Arley Méndez yace en el suelo tras fallar su último intento en el envión. Sin embargo, su cara estaba desbordada de risa. Había llegado el día que tanto soñó y que vio tan lejano cuando hace cuatro años llegó a Chile desde su natal Cuba. Ese último intento, que buscaba el récord planetario, terminó siendo una anécdota, ya que tenía aseguradas las tres medallas de oro de la categoría 85 kilos en el Mundial de Anaheim, Estados Unidos, por lo que su reacción fue de felicidad.
El deportista chileno, de 23 años y nacionalizado por gracia hace unos meses, se presentaba como favorito para quedarse con el oro. Aunque primero debía derrotar al actual campeón olímpico, el iraní Kianoush Rostami, quien se presentaba con un total de 380 kilos, el mismo que el nacional. Pero ostentaba el récord del mundo envión, con 220.
La lucha fue intensa. Mientras los demás competidores comenzaban con pesos inferiores a los 155 kilos, Arley lo hacía con 163 y luego 171, mientras que el iraní partió intimidando con 170. Sin embargo, el asiático falló cuando pretendía levantar 174 en el segundo intento, por lo que se vio obligado a destinar el tercero para enmedar su error. Así, la estrella nacional tenía toda la presión para superarlo en su último intento. Con algo de suspenso, levantó los 175, desatando la alegría en la delegación nacional. Era su primer oro defendiendo a Chile y ya nadie se lo podía quitar, como ocurrió en los Juegos Bolivarianos por un error administrativo.
El apoyo de la bulliciosa barra iraní no le bastó a Rostami, quien lucía desconcertado y esperaba recuperarse en el envión. Sin embargo, falló todos sus intentos, mientras Méndez levantaba 203 en su primera posibilidad.
En la segunda, de 214, falló por un detalle en el codo tras levantar el peso, por lo que fue invalidado. No obstante, como ya Rostami había fallado sus tres opciones, el último del chileno era sólo para poner la guinda a la torta tratando de romper el récord mundial de su rival.
La victoria fue inmediatamente celebrada en la Federación de Pesas, ya que agotaron esfuerzos hasta el cansancio para que Méndez pudiera representar a Chile. Eso incluyó gestiones ante el COCh y ante la misma Odepa para que Cuba liberara el pase federativo, lo que finalmente se consiguió en la víspera.
"Ganarle a un campeón olímpico y generar que Arley pudiera participar y que lograra obtener estas tres medallas nos llena de orgullo. Es lo que estábamos buscando", dice Ronald Salinas, gerente general de Fechipe.
Pero la fiesta de las pesas puede continuar para Chile, pues esta medianoche María Fernanda Valdés es favorita para conseguir la misma hazaña de su compañero en la categoría 90 kilos, ya que supera ampliamente a sus rivales en la marca de presentación a la cita planetaria.