No era difícil imaginar que Inglaterra vencería a Panamá. Hasta el más cauto se atrevía a vaticinar una victoria inglesa. La cuestión era por cuánto. Bueno, al final fueron seis.

No hubo muchos cambios en el 11 de Inglaterra. Solo entró Loftus-Cheek por Delle Alli en la zona de creación; lo demás se mantuvo intacto. Y es que pese a la sufrida victoria ante Túnez, el equipo dirigido por Gareth Southgate se vio bien.

Comandado por Harry Kane, los británicos volvieron a salir como una tromba en los primeros minutos. Y tal como fue ante los africanos, encontraron rápidamente el gol a través de John Stones, que conectó un gran cabezazo tras córner servido por Kieran Trippier.

Armando Cooper, el jugador de la Universidad de Chile, recibió amarilla a los 10', por lo que su participación en el Mundial acabó. No obstante, su falta demostraba el golpe que significó para los panameños la apertura de la cuenta. Sus primeros minutos no habían sido malos e incluso un par de arremetidas pusieron en peligro el arco de Pickford.

Pero a los 22' vino el mazazo que dejó KO a Panamá: se cobró un penal sobre Lingard luego de un agarrón en el área. Kane no falló.

Panamá bajó los brazos, cayendo en errores y perdiéndose en reclamos. A los 36' vino el golazo del partido. Jesse Lingard se mandó un zapatazo desde fuera del área que clavó en el ángulo y supuso el 3-0. Era una salvajada británica que no tenía consideración por su disminuido y débil rival.

A los 40' vino el póker inglés y el sello del trabajo que ha hecho Southgate con los Tres Leones. Trippier sirvió un tiro libre pasándola a un costado, Henderson recibe y centra, Kane pivotea y Sterling cabecea a quemarropa. El arquero detiene pero da rebote. Ahí aparece John Stones y marca su doblete.

La pelota detenida es uno de los puntos fuertes de los ingleses y en estos dos partidos ha quedado claro. Ante Túnez ambos goles nacieron de un córner, y en la primera mitad ante Panamá cuatro de los cinco goles tuvieron su raíz allí. Sí, cinco goles, porque a los 45'+1' Kane volvió a convertir de penal.

El segundo tiempo Inglaterra salió como si el partido estuviese empatado sin goles. La presión fue continúa y Kane seguía moviéndose por el área, inquietando a la ya destruida defensa panameña. Como el siguiente partido es contra Bélgica, Southgate decidió hacer cambios, por lo que la salida de Kane era inminente. Pero justo antes de salir encontró su hattrick: desvió un tiro de Loftus-Cheek que lo deja como goleador único del Mundial.

Tras la salida del capitán, los ingleses se relajaron. Permitieron que Panamá llegara más al arco y encontraran un momento histórico. Porque es histórico. A los 78' Felipe Baloy conectó un tiro libre de Ricardo Ávila y convirtió el primer gol panameño en la historia de los mundiales. Se gritó como un campeonato.

El triunfo deja a belgas e ingleses compartiendo el liderato y empatando en todo. Túnez y Panamá se despiden del Mundial. Ahora se enfrentarán los líderes para dirimir al primero del grupo.