La estadía de Carlos Lampe en Boca Juniors terminó ayer, junto con el sueño xeneize de consagrarse en la Copa Libertadores. El arquero boliviano deberá retornar ahora a Huachipato, luego de que expirara el préstamo por el que partió desde Talcahuano a Buenos Aires, a comienzos de octubre.
El meta fue requerido desde el equipo de Guillermo Barros Schelotto luego de la lesión de Esteban Andrada, que le permitió al elenco transandino incorporar un nuevo elemento. Por lo mismo, Lampe se sumó a la escuadra solamente para la Libertadores, y por un tiempo acotado de tres meses, a cambio de US$200 mil que pagaron los argentinos a los penquistas por la cesión del futbolista.
Así, cruzó la cordillera buscando la gloria, sin embargo nada salió como esperaba. No tuvo tiempo de juego y estuvo en el banco de suplentes durante tres partidos, las dos semifinales ante Palmeiras y la final de ida, en La Bombonera. En Madrid, durante la revancha jugada en el Santiago Bernabéu, no estuvo ni entre los suplentes, aunque igual integró la delegación que viajó a España. Además, se quedó con las manos vacías luego de que los suyos se inclinaran ante River Plate, que se consagró como el nuevo campeón de América.
Y acaso el único recuerdo que le quedará, además de la experiencia, será la medalla de vicecampeón que, de todas maneras, recibió sobre la cancha del estadio del Real Madrid. El arquero nacido en Santa Cruz de la Sierra ahora iniciará su período de vacaciones, con la certeza de que debe volver a la Octava Región para seguir defendiendo la camiseta de Huachipato, club al que arribó en 2016 y donde logró convertirse en uno de los elementos más destacados del plantel.