La selección de Portugal debutó con una victoria. Un triunfo abultado con final dramático. El elenco europeo venció 3-2 a Ghana, pero terminó pidiendo la hora ante la presión del incansable cuadro africano que en los descuentos estuvo cerca de conseguir el empate.

Porque el cuadro ibérico no rehuyó a su condición de favorito para ganar el partido. Desde el inicio tomó la iniciativa, siempre bajo la conducción de Bernardo Silva, el verdadero motor de la Seleccao das Quinas.

Al otro lado, el cuadro africano se limitaba a defenderse con muchos hombres, con una línea de cinco en el fondo y mucha rudeza en el mediocampo. Si bien trató de tapar la salida de su rival, esa estrategia solo duró los primeros 15 minutos.

Pero era el momento de Cristiano Ronaldo, el líder de un equipo con grandes ambiciones en esta Copa del Mundo. El ahora exjugador de Manchester United se conmovió hasta las lágrimas en el himno lusitano antes de la partida y nunca renunció a tirar el carro de su equipo.

Precisamente, el cinco veces ganador del Balón de Oro fue incisivo en el comienzo del encuentro. Si bien sufrió la férrea del equipo ghanés, el exdelantero de Real Madrid se las ingenió para crearse un par de ocasiones claras, aunque careció de efectividad.

A los 9 minutos, el cuadro lusitano apretó en la salida y la pelota llegó a los pies de CR7, pero su largo control permitió la rápida reacción del meta africano Lawrence Ati-Zigi del St. Gallen de Suiza.

Antes del cuarto de hora, el capitán de los lusos volvió a perdonar. El centro preciso de Raphaël Guerreiro, lateral de Borussia Dortmund, encontró la cabeza de CR7, quien sacó medio cuerpo a su marcador, pero no pudo dar dirección al remate.

Tras ese cuarto de hora, el partido cayó en el lugar al que pretendían los ghaneses. Las triangulaciones de los europeos no alcanzaban a inquietar el arco de las Estrellas Negras, mientras Joao Félix, compañero nominativo de Cristiano Ronaldo en ofensiva, sucumbía ante el rudo juego de los africanos.

A los 31 minutos, el juez estadounidense Ismail Elfath anuló un tanto al Bicho, quien remató perfecto al segundo palo, a pesar de la falta previa advertida por el árbitro.

Es cierto que el equipo de Fernando Santos tenía el control de la pelota, pero los dirigidos de Otto Addo no dejaban espacios para que esa supremacía se tradujera en al menos un gol.

Pero el cuadro africano se atrevió más en el segundo tiempo. Trató de entregar intensidad y ensayó un juego más vertical para intentar romper el cero en el estadio 974 de Doha.

Así, tuvo la más clara de su cosecha, a los 55 minutos. Un recorrido de 35 metros de Mohammed Kudus terminó con un zurdazo del jugador de Ajax de Países Bajos, disparo que se fue por muy poco a un costado del vertical derecho del meta Diogo Costa, del Porto de su país.

A los 63 minutos, un choque aparentemente inofensivo entre el defensor africano Mohamed Salisu (del Southampton inglés) y CR7 terminó en penal para los lusos, de acuerdo con el criterio del árbitro.

Una situación que la estrella portuguesa no falló para convertir en gol, a los 65′. Así, pasó a la historia como el único jugador de la historia que anotó en cinco mundiales.

Pero la alegría de los europeos duró muy poco. Kudus avisó otra vez con un largo remate que repelió Diogo Costa. Pero el mismo jugador del Ajax inventó el empate de las Estrellas Negras. Fue a los 73′, cuando desbordó por la izquierda y centró perfecto para la conquista de Andre Ayew de Al Sadd de Qatar.

Sin embargo, lejos de desesperarse, la Seleccao das Quinas no se vino abajo. Bruno Fernandes, jugador de Manchester United, comenzó a manejar el ritmo portugués en el medio y todo cambió.

A los 78 minutos puso un pase preciso para Joao Félix del Atlético de Madrid, quien definió con clase ante la salida del meta ghanés para la victoria parcial de 2-1.

Una ventaja transitoria que duró menos de dos minutos. Ghana debió arriesgar un poco más y otra vez perdió en la salida. Fernandes espero el momento preciso para habilitar al recién ingresado Rafael Leao -goleador del Milan- para que convirtiera el 3-1.

Santos movió las piezas, pensando que el partido estaba cerrado. Sin embargo, a un minuto del final del tiempo reglamentario, el recién ingresado Osman Bukari del Estrella Roja de Serbia puso el 3-2.

Entonces el marcador se volvió una incertidumbre. Los nueve minutos de descuento dieron un nuevo aire a ambos equipos. En la última jugada del encuentro una avivada de Iñaki Williams pudo acabar con el empate tras un error del meta lusitano, pero la defensa lusa logró rechazar.

Portugal comienza con un triunfo en un partido espectacular. Pero en el final quedó con algunas dudas ante un elenco africano que nunca bajó los brazos.