A mayor tecnología, autos más caros. Eso no detuvo a los organizadores del rally nacional, que antes de 2013 pensaron en introducir en Chile los modelos R5 (1.600 cc. turbo), apuntando muy a largo plazo a traer una fecha del Mundial.
Ese año, llegaron los R3 y, al siguiente, los R2. En los inicios de la competencia, desde el 2000, las categorías se dividían en clases N, de acuerdo a la cilindrada o si usaban el sistema turbo. Los nuevos R se introdujeron con el claro objetivo de acomodarse a la normativa internacional de la FIA (Federación Internacional del Automóvil), cosa que incluso en países más tuerca, como Argentina, no han querido hacer, debido a los altos costos. De hecho, no había un solo argentino entre los inscritos en la fecha cordobesa, excepto en categorías locales.
Pero en Chile resultó, y con apoyo de las marcas, la R5 protagoniza el rally nacional. Sus pilotos han podido salir, con experiencia, a correr fuera, dejando atrás el golpe que significa conducir autos con tracción integral y cambios secuenciales.
De los 12 inscritos en el WRC2, Alberto y Pedro Heller, en Ford, y Emilio Fernández, en Skoda, corren en más fechas del Mundial, pero los otros nueve participan gracias a que tienen el vehículo correcto: Benjamín, Vicente y Samuel Israel, en Citroën; Felipe Rossi, en Ford; Jorge Martínez y Cristóbal Vidaurre, en Skoda, Tomás Etcheverry, en Hyundai, y Francisco López y Germán Lyon, en Peugeot.
Según los primeros cronos en los entrenamientos, el aprendizaje fue positivo. Martínez, por ejemplo, tiene el récord de títulos nacionales, pero no tiene una carrera internacional. De todos modos, fue el tercero más veloz el lunes en el Monday Test entre los autos del WRC2 detrás de Kalle Rovanpera (Skoda) y Mads Ostberg (Citroën).
Ostberg, ganador de la serie hace dos semanas en Argentina, dice: "Es un trampolín para los talentos jóvenes, especialmente en Chile donde veo que hay un fuerte foco en los R5. Es emocionante ver la cantidad que hay".
Martínez (en la foto) explica la importancia de la llegada de los R5: "Fue un salto cualitativo porque son autos mucho más espectaculares, que corren en la élite, que nos da la opción de medirnos con los mejores del mundo en igualdad de condiciones y eso nos ha hecho ir avanzando un montón desde la producción hasta lo deportivo".
Cualquiera de estos 12 volantes puede puntuar para el Mundial de WRC2, pero los internacionales no aparecerán en los rankings del rally nacional, que llevará una estadística aparte.
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