La capitana de la selección de fútbol de Estados Unidos, Megan Rapinoe, provocó una polémica al admitir que no aceptaría una invitación del presidente Donald Trump a la sede del gobierno estadounidense. "No iré a la puta Casa Blanca", manifestó.

El presidente Trump, fiel a su estilo confrontacional que lleva en las redes sociales, no demoró en responder. Lo hizo a través de su cuenta de Twitter: "La jugadora de fútbol femenino, Megan Rapinoe, acaba de decir que 'no irá a la p... Casa Blanca' si ganan. Aparte de la NBA, (...) todas las ligas y equipos adoran venir. Soy un gran fanático del equipo estadounidense y del fútbol femenino, ¡pero Megan debería GANAR antes de HABLAR! ¡Termina el trabajo!", publicó el jefe de Estado.

"Megan nunca debe faltarle el respeto a nuestro país, la Casa Blanca o nuestra bandera, especialmente porque se ha hecho mucho por ella y por el equipo. Siéntete orgullosa de la bandera que llevas", escribió en otra publicación. La jugadora de la actual selección campeona del Mundo, autora de los dos goles de su equipo en los octavos de final ante España, no cantó el himno nacional en aquel partido ni tampoco se llevó la mano al pecho, como una "protesta ambulante" contra el gobierno norteamericano.