De un momento a otro, Fernando de Paul e Isaac Díaz, dos que están relegados a puestos absolutamente secundarios en la U, pasaron a ocupar roles protagónicos. Y reemplazando a dos pesos pesados del plantel.
Como se venía anunciando, el físico no pudo más para Johnny Herrera y Mauricio Pinilla, quienes se quedaron al margen. Tanto jugar al límite de sus capacidades, con lesiones vigentes e incluso sin entrenamientos en el cuerpo en algún momento tenía que afectar. Y eso ocurrió ayer, para el partido de vida o muerte que enfrentaba el Romántico Viajero en Buenos Aires.
Así, el arquero reserva y el 9 suplente salieron desde el arranque a enfrentar un partido bravo y lleno de morbo tras las cuatro derrotas en contra (con dos humillantes goleadas), de las que venían los azules. Ante Racing, el cuco del Grupo E, en su casa, el imponente Cilindro.
Y para hacer más complejo aún el escenario para los dos futbolistas que debían apagar incendios, sus números no los acompañaban. De Paul no jugaba desde el 25 de noviembre del año pasado en el 0-3 ante Audax. Es decir, más de cinco meses después, o 159 días, si se quiere.
El Toro de Fresia, en tanto, sumaba apenas 18 minutos en la presente edición de la Copa (13' con Racing en Santiago y 5' con Vasco en Brasil, ambos sin goles) y con apariciones intermitentes en la liga local.
En Argentina, uno respondió más que el otro. De Paul demostró que es un arquero confiable e incluso legítimamente puede ilusionarse con sentar a Herrera, el emblema azul. Al menos mientras Johnny se ponga a punto y supere las dolencias que hoy lo tienen a media máquina. El ex San Luis comenzó a ganar confianza cuando tuvo que salir apurado en los primeros minutos a cortar una llegada peligrosa del local. Particularmente para el portero no era un duelo fácil por su falta de continuidad y la defensa inédita de la U.
Estuvo atento en todas sus intervenciones y a los 31' tuvo una de sus mejores atajadas a un remate difícil de Lautaro Martínez desde fuera del área. Poco después, antes del descanso, voló para repeler otro ataque. Por aire, Tuto también fue prenda de garantía y la verdad es que no tuvo nada que hacer en la conquista de la Academia.
Díaz, por su parte, amagó a algo mejor con su inicio de partido, pero fue bajando notoriedad conforme avanzaban los minutos. Tuvo en sus pies el primer aviso del duelo con un remate desde fuera del área. Comenzó muy activo, pivoteando cuando podía hacerlo, aunque cayó excesivamente en el fuera de juego. Tras eso comenzó a diluirse y en sus pies se perdieron varias cargas universitarias. Lo suyo es el área y no estar fuera de ella, algo que quedaba claro cuando le tocaba tener la pelota. Sí se valora su esfuerzo, el que lo obligó a salir a los 76'.
Ayer no estuvieron dos de los máximos referentes de la U. A uno, a Pinilla, se le extrañó. Al otro, al capitán Herrera, no tanto.