Damián Pizarro se suma al Udinese. El club italiano lo había adquirido en enero, pero le había permitido quedarse en Colo Colo hasta el cierre de la primera rueda. Se despidió, de hecho, con una derrota frente a Copiapó.
Los albos habían conseguido extender su permanencia. Aunque Jorge Almirón solicitó la contratación de Guillermo Paiva, igualmente lo consideraba como una alternativa importante en una posición que siempre le pareció clave: ahora, de hecho, el Cacique celebra el fichaje de Javier Correa, proveniente de Estudiantes de La Plata. Su arribo pretende darle contundencia a la propuesta del entrenador en una etapa clave del año: el equipo de Macul jugará los octavos de final de la Copa Libertadores, frente a Junior, y tiene que arremeter en la búsqueda del Campeonato Nacional.
La presentación
El Udinese anunció el arribo de Pizarro a través de sus cuentas en redes sociales. “Bienvenido Damián Pizarro”, publicó, por ejemplo, en su cuenta en X, acompañado de una imagen con la cara del delantero. Añadió emoticones en señal de expectativa y la bandera chilena, además de hashtags de bievenida en cuatro idiomas.
El ariete realizó la primera parte de su formación en Universidad de Chile, por lo que los azules recibieron parte de las utilidades involucradas en su traspaso. A los albos llegó a comienzos de 2019. En 2023 se le abren las puertas del primer equipo albo, en el que jugó 56 partidos y en el que marcó 12 goles.
Un traspaso que dividió
El traspaso del pintanino reflejó las discrepancias que, en ese momento, existían en el directorio de Blanco y Negro. El actual timonel, Aníbal Mosa, alzó la voz para fustigar las condiciones de la operación, que, en resumen, involucró el traspaso del 70 por ciento de los derechos ecónomicos sobre el jugador a cambio de US$ 3,8 millones. La modalidad les permitirá a los albos acceder al 30 por ciento de las utilidades involucradas en un futuro traspaso. El Udinese suele convertirse en un trampolín para las figuras emergentes. Una prueba cercana y concreta para los jugadores nacionales es el de Alexis Sánchez, quien saltó desde el club de Friuli al Barcelona.
Mosa dijo claramente que ni el monto ni la forma de pago le convencían. “Nos compraron y nos hicieron un plan de pago como quien compra un refrigerador en una multitienda, no sé en cuántas cuotas. Se queda hasta junio, pero no estoy de acuerdo con la venta dadas las condiciones, el valor y el crecimiento en el que está Damián. Está recién debutando, va a ser su segunda temporada en Primera División. Ha hecho siete goles. ¿Qué pasa si hace 15? ¿Qué pasa si hace 20? Se vendió antes del Preolímpico. Muy mala decisión. Creo que lo regalamos”, expresó el máximo accionista albo, quien era el más acérrimo crítico del entonces presidente de la concesionaria, Alfredo Stöhwing.
“Nosotros lo que queremos es reforzar un equipo y lo que se está haciendo es despotenciarlo. Damián es una pieza muy importante, tiene mucho por donde crecer. Así que yo todavía sigo creyendo que fue un error la venta de Damián. Aparte que lo pagan en chirlitos. Lo regalamos”, profundizó.