Últimos y desolados: la Roja de Gareca es humillada por Colombia en el horno de Barranquilla
La expedición de la selección chilena en tierras cafetaleras fue un desastre. La segunda rueda de las Eliminatorias comenzó con una dolorosa derrota 4-0, siendo un equipo inexpresivo y extraviado. La escuadra nacional se hunde en la clasificación y el Tigre, cada vez más complicado.
En el horno de Barranquilla, la selección chilena comenzó la segunda rueda de unas cada vez más tortuosas Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial. Van pasando los partidos y el destino final del camino (Canadá, Estados Unidos y México 2026) parece tan lejano como utópico. Como si la agonía fuese lenta y sufrida. Esta vez fue una derrota ante la Selección Colombia nada menos que 4-0. Duro y crudo.
Un partido a priori complicado, al tratarse del elenco subcampeón de América y uno de los que mejor juega en este lado del mundo (sumado a visitar un sitio de alta temperatura y humedad), era el peor escenario para tratar de recuperarse y levantar el espíritu dañado, a raíz de los malos resultados y del remezón que significó el caso Carlos Palacios, que se tomó toda la agenda en la previa al partido de este miércoles, en lugar de descifrar cómo hacerle daño a los cafetaleros.
Había que aferrarse a cualquier cosa, desde la intención de los seleccionados para poner el pecho a las balas, hasta el recuerdo fresco de la victoria de Ricardo Gareca con Perú en 2022, en el mismo Estadio Metropolitano. El entrenador, cuestionado porque los resultados y el fútbol no ha acompañado su estadía, hizo solo un cambio respecto a la oncena titular que enfrentó a Brasil: el ingreso de Erick Pulgar por Esteban Pavez. Después del fracaso en el experimento ante Bolivia (4-1-3-2), el Tigre decidió no tocar la estructura táctica que le satisface, más allá de que sea atractiva o no.
Chile salió con un 4-4-1-1, teniendo en Eduardo Vargas a una solitaria referencia ofensiva, yendo al choque con los fornidos centrales caribeños, y tratando de aguantar y descargar. La Selección trataba, de una manera tibia, de quitarle la pelota al rival pero se saltaba el mediocampo. La búsqueda era directamente a ‘Turboman’. La Roja fue inofensiva en materia ofensiva. Los primeros 45′ finalizaron con cero tiros a la portería de Camilo Vargas. Darío Osorio y Víctor Dávila no respondieron a la exigencia del compromiso. Preocupados por la pasada del lateral rival, no asomaron las narices en materia de ataque.
En partidos como éstos, de clasificación a la Copa del Mundo y ante un rival altamente exigente, los detalles son fundamentales. Abrir una ventana, por muy pequeña que sea, puede ser mortal. Una de las fortalezas de Colombia es la pelota detenida, con la zurda privilegiada de James Rodríguez siendo un prolijo lanzador. Y Chile sufrió con el balón parado. Esto, además de que la pelota duraba poco en las piernas chilenas y que Felipe Loyola sufría por su franja con la dupla Mojica - Luis Díaz. Osorio, uno llamado a darle un plus a la Selección, no lo apoyaba en la marca.
Colombia, con el mínimo esfuerzo, desequilibró la balanza a su favor sacando rédito a una de sus variantes ofensivas más conocidas: la pelota detenida. También con suerte. Minuto 34 y Davinson Sánchez marca el 1-0 con fortuna. Le da al balón tras un cabezazo en un tiro de esquina. La marca de Guillermo Maripán, nuevamente capitán, fue inútil. El jugador del Torino tenía relativamente controlado a Sánchez, pero éste solo debió mover la cabeza para dejar descolocado a Brayan Cortés. La primera desgracia.
¿Plan B?
En desventaja y con nulo peso ofensivo, Chile requería otra cosa para intentar sacar algo de Barranquilla. El primer cambio de la Selección fue la entrada de Marcelo Morales por Galdames (posición por posición). Al otro lado, la primera modificación colombiana fue el ingreso de Jhon Durán, ariete del Aston Villa, por Córdoba. La banca también juega en este tipo de partidos.
Si ante Brasil se alabó el afán competitivo y el trabajo defensivo, ante los cafetaleros todo se desmoronó. El ejemplo nítido sucedió con el 2-0. Luis Díaz define con total libertad tras un grosero error defensivo. Entre Pulgar, Cortés y Kuscevic armaron un cóctel del terror, hasta que el balón se perdió y la secuencia acabó en gol. Si aspiras a llegar a una Copa del Mundo, no puedes recibir goles tan absurdos.
Con el 2-0 en la bolsa, un desorientado Gareca movió el tablero y dispuso de tres cambios: Cepeda, Tapia y Guerrero. La recta final del partido fue el fiel reflejo de lo que es la Selección. Confundida, extraviada, desolada, agotada, frustrada. Era como el juego de las “sábanas cortas”: si sales más arriba, te destapas atrás, con el riesgo de otro gol. Y en los 82′, el ingresado Jhon Durán anotó el tercero de una Colombia eficaz. El corolario fue el 4-0 de Luis Sinisterra, ratificado a instancias del VAR.
La ilusión es cada vez menor, aunque las matemáticas sean benevolentes. Chile está en el fondo de la tabla de las Eliminatorias y con justicia, porque no juegan bien, no hace goles. En definitiva, no muestra algo convincente. Nada. Por cierto, la Roja es el peor equipo como visitante de las Clasificatorias 2026: cinco partidos y cinco derrotas. Hace un año que no se gana de manera oficial. Fue el 2-0 a Perú, en octubre de 2023, con Eduardo Berizzo.
Esta es la triste y dolorosa realidad. Humillación. Adiós, Mundial.
Ficha del partido
Colombia: C. Vargas; S. Arias, D. Sánchez, J. Lucumí, J. Mojica (86′, J. Cabal); R. Ríos, J. Lerma; J. Arias (76′, J. Carrascal), J. Rodríguez (85′, J. F. Quintero), L. Díaz (76′, L. Sinisterra); y J. Córdoba (46′, J. Durán). DT: N. Lorenzo.
Chile: B. Cortés; F. Loyola, G. Maripán, B. Kuscevic, T. Galdames (46′, M. Morales); R. Echeverría (60′, M. Guerrero), E. Pulgar (83′, U. Ortegoza); D. Osorio, D. Valdés (60′, L. Cepeda), V. Dávila; y E. Vargas (60′, G. Tapia). DT: R. Gareca.
Goles: 1-0, 34′, Sánchez, le da al balón tras un cabezazo en un córner; 2-0, 52′, Díaz, define libre tras un error defensivo; 3-0, 82′, Durán, con un remate de zurda; 4-0, 90′+3′, Sinisterra, tras revisión del VAR.
Árbitro: J. Valenzuela (VEN). Amonestó a Córdoba, Mojica (CO); Tapia, Pulgar (CH).
Estadio Metropolitano de Barranquilla. Asistieron 45 mil personas, aprox.
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