El fútbol de Arabia Saudita no se detiene en el intento de transformarse en el polo más atractivo del fútbol mundial. Ya tenían a buena parte de las estrellas del momento. En esa liga, avalada por los millonarios recursos estatales que provienen de la explotación del petróleo, ya estaban figuras de la talla de Cristiano Ronaldo y Karim Benzema. Sin embargo, el apetito parece incontrolable y, ahora, están a punto de reclutar a una estrella más: el senegalés Sadio Mané. El africano, de hecho, se juntará con el portugués en el ataque del Al-Nassr. Básicamente, porque el dinero lo puede todo.
El delantero del Bayern Múnich es uno de los mejores futbolistas de los últimos años. Si bien en el equipo alemán no ha alcanzado el brillo que tuvo en el Liverpool, su anterior escuadra, igualmente es un nombre atractivo. No solo desde el plano deportivo, pues desde lo humano constituye un ejemplo: buena parte de sus ganancias las destina para ayudar a los habitantes de su pueblo de origen, en Senegal.
Un traspaso millonario
El Al-Nassr tiene, a estas alturas, un plantel que querría cualquier equipo grande de la primera línea del fútbol mundial. Además, de CR7, a Mané lo esperan figuras de la talla de Marcelo Brozovic, Seko Fofana y Alex Telles.
El Bayern Múnich está a las puertas de cerrar un negocio conveniente por todos lados. En principio, porque el traspaso, que bordea los 40 millones de euros, les permitirá recuperar lo que invirtieron en el jugador e incluso, obtener una ganancia respecto de los 32 millones de la moneda comunitaria que le pagaron al Liverpool a mediados de 2022.
Además, los bávaros se deshacen de un jugador de indiscutibles condiciones técnicas, pero que había tenido una estadía algo convulsionada en el equipo más importante del fútbol alemán. En abril de este año, después de la caída frente al Manchester City, por la Champions League, el alero atacó a su compañero Leroy Sané en el vestuario. Posteriormente, se supo que el alemán (también de ascendencia senegalesa) le había llamado ‘negro de mierda’, lo que provocó la reacción.
Más líos
No había sido el único escándalo. Después de la caída ante el PSG, Mané se había enfrentado al técnico de los bávaros, Julian Nagelsmann, a quien le recriminó en duros términos por los escasos minutos que le había dado en el partido frente a la escuadra francesa. Por esos días, la prensa germana hablaba de una fuerte ruptura entre los referentes del vestuario y el entrenador. La incidencia no logró más que ratificar esas versiones.
Mané encaró al entrenador delante de todo el vestuario, aunque el entrenador no le pasó la cuenta: fue titular en el partido siguiente, ante el Augsburg por la Bundesliga. En la siguiente fecha, volvió a estar en la oncena inicial en la derrota frente al Bayer Leverkusen, la cual le cedió el liderato al Borussia Dortmund. Ahora prepara las maletas, pues está a punto de dar un paso clave para su carrera deportiva y, sobre todo, para su futuro económico.