La Primera B acostumbra a sorprendernos y este fin de semana no fue la excepción. Universidad de Concepción y San Marcos de Arica protagonizaron un insólito blooper en la segunda jornada de la segunda categoría del fútbol chileno.
El conjunto nortino recaló en la Región del Biobío en busca de su primera victoria en el certamen tras caer en su estreno ante Deportes Temuco, por 1-0. El Campanil, en tanto, juega su primer duelo oficial del año luego de que se suspendiera el duelo ante San Luis de Quillota, en una decisión tomada por la Delegación Presidencial provincial debido a los incendios que afectaron a la zona.
San Marcos de Arica parecía encontrar rápidamente el camino con un tanto de Jimmy Cisternas, que rompió el cero a solo seis minutos de iniciado el duelo en el Ester Roa Rebolledo.
Todo indicaba que los Bravos del Morro se irían al descanso en ventaja, sin embargo, vino un autogol que está dando la vuelta al mundo. Braian Miranda desbordó por la banda izquierda y sacó un centro al punto penal. Ahí esperaba Juan Sánchez Sotelo, quien esperaba el balón peligrosamente. El envío fue cortado por Daniel Vicencio. El central de 31 años interceptó el lanzamiento y mandó el balón a las alturas. La jugada parecía culminar ahí, en un tiro de esquina. No obstante, vino el empate de los locales.
El meta y la defensa José Sanhueza se desentendieron de la acción, en un impresionante error de cálculo. El balón alcanzó varios metros de altura y bajó rápidamente. Botó en la línea e ingresó en la portería, sorprendiendo a la zaga nortina e impactando a los presentes. Un gol en propia puerta que evidenció las dos caras de la moneda: fastidio y desentendimiento en los visitantes, mientras que en el Campanil se desató la algarabía y los festejos.
El cotejo se fue al descanso en igualdad. De todas formas, San Marcos de Arica logró recobrar su ventaja en el segundo tiempo gracias a las anotaciones de Augusto Barrios y de Mikel Arguinarena, imponiéndose por 3-1.
Revisa el insólito autogol de San Marcos de Arica
No es primera vez que en el arco en cuestión se vive una situación de esta índole. En 2019, en un duelo entre Fernández Vial y Deportes Recoleta, los aurinegros protagonizaron un autogol absurdo.
La defensa penquista cuidaba la posesión del balón ante la pasividad de los santiaguinos, pero un mal pase provocó una serie de errores y el bochorno. El arquero despejó y un rival remató al arco. El meta quiso detener el balón, pero se le escapó hacia los pies de Cristóbal Parry. El último defensor, en su intento por despejar, anotó un insólito tanto en propia puerta. Finalmente, Recoleta se impuso por 3-1.