Dicen que el fanático del rodeo es fanático en serio. Ayer, en Rancagua, esta incondicionalidad se puso a prueba. Con los 32 grados que azotaron la tarde y los estoicos seguidores del Champion de Chile que aguantaron durante horas con su camisa cuadrillé, pantalones largos, algunos con chaqueta corta y chamanto, los más osados con una manta, y con la chupalla para defenderse de la fuerza del sol.
Una extensa ceremonia previa a la serie de campeones, la que todos esperaban. La firma de un acuerdo para unificar todas las federaciones de este deporte nacional y decretar el primer día de la Confederación Nacional de Rodeo, que aglutina a tres entidades ligadas a la actividad.
Un tema dirigencial, alejado de lo que se vería después sobre la arena del coliseo rancagüino, pero importante porque se le da un cauce a los más de 50 competencias que se animan cada fin de semana desde Arica a Punta Arenas.
Entrando a la competencia misma, desde el primer animal de la serie campeones se vio fuerte a la collera representante de la asociación Santiago Oriente, compuesta por Diego Tamayo y Pablo Pino.
Montados en Culisuelta y Estanciero, fueron claros dominadores en las dos pasadas iniciales por la medialuna, acumulando un total de 22 puntos. De cerca los seguían Luis Huenchul y Diego Pacheco (Colchagua), con 19 puntos, al igual que Nicolás Cardemil y Luis Sebastián Castro (también de Colchagua), con el mismo registro.
Los campeones defensores, Gustavo Valdebenito y Cristóbal Cortina (Malleco) se ponían silenciosamente detrás de los líderes (17 puntos). Los jinetes del criadero Peleco, sobre Compadre y Caballero, sí tenían el favoritismo del público asistente, de cara a los dos últimos animales.
El rodeo, sin embargo, se caracteriza por ser muy cambiante entre pasada y pasada. Así fue que en la tercera manga se metieron con fuerza dos colleras, en busca del cetro. Alfredo Díaz y Pablo Aninat (Santiago Oriente) se metieron con 30 puntos al último animal y completaron su participación con un sólido 10, que les permitía acariciar el título con un total de 40. Matemáticamente ya estaba claro que el rodeo tendría nuevo campeón, porque Valdebenito y Cortina entraron con 26 a la tanda final.
Y nadie los pudo alcanzar. Díaz y Aninat se coronaron en Rancagua y llevaron el título nacional del rodeo hasta Peñalolén, al criadero El Peñasco de Santa Sylvia. Montando a Peumo Marcado y Doña Inés se elevaron a lo más alto del rodeo. De aquí al próximo año serán reyes entre los huasos. Los mejores del Chile.