Un inicio prometedor: la aventura de Nicolás Jarry por Australia deja claras señales de progreso y una gran preocupación
El tenista nacional mostró una versión mejorada en relación a lo que hizo en 2024 en el primer Grand Slam de la temporada. Pese a que cayó ante el número uno del ranking ATP, logró llevarlo al tie break en dos sets. Sin embargo, todavía combate contra la neuritis vestibular que lo aqueja desde mediados del año pasado.
Nicolás Jarry (36°) tuvo un correcto desempeño ante Jannik Sinner (1°) en el Abierto de Australia. Si bien el chileno sucumbió en tres sets, logró complicar al mejor ubicado del ranking ATP en los primeros dos sets del debut. El triunfo fue por 7-6 (2), 7-6 (5) y 6-1 para el italiano. Tras el compromiso, el europeo reconoció que el Príncipe lo tuvo contra las cuerdas. “Jugó muy bien en los dos primeros sets. Especialmente, en la manera en la que sacó en los momentos importantes. También, desde el fondo de la cancha, devolvió muy bien, fue muy agresivo. Podría haber perdido los dos primeros sets. Nunca se sabe. Los tie breaks los manejé muy bien”, confesó.
En el compromiso, el chileno recuperó elementos que por muchos pasajes de la temporada pasada se vieron extraviados. Por ejemplo, supo imponer su servicio. Además, desaprovechó dos puntos de quiebre en el séptimo juego, pero justo en el siguiente salvó dos bolas de break. En el duodécimo game salvó un set point con su saque y forzó el tie break. En las primeras dos mangas no hubo quiebres. En la segunda ni siquiera existieron chances de ruptura. Solo en la instancia de desempate, el oriundo de San Candido impuso sus términos. Pese a las mejoras, al nacional le terminaron pasando la cuenta los errores no forzados. Muchas veces, por ser demasiado agresivo.
“Estoy contento con todo, creo que salí muy bien, en general. Voy por el camino correcto y esto es seguir estando cómodo, seguir sumando confianza. Hace mucho que no tengo resultados por lo de la lesión pero, si sigo jugando así, es cosa de tiempo. Hay que tener confianza”, reveló el chileno tras el partido.
De cara al curso actual, el santiaguino había sumado cambios en su cuerpo técnico. En 2024 entrenó junto a César Fábregas y Juan Ignacio Chela. A fin de año se anunció la salida del transandino del staff. En su lugar asumió el español José Checa Calvo. El ibérico se sumó al equipo de Jarry con el antecedente de de haber dirigido al colombiano Santiago Giraldo y al bielorruso Ilya Ivashka. A este último lo condujo a su primer y único título, en el 250 de Winston Salem de 2021, además de llevarlo al top 40.
En los primeros días de 2025, la segunda raqueta nacional ya exhibe avances. En el Torneo de Brisbane venció a Mariano Navone (47°) por 7-5 y 7-6, luego a Benjamin Bonzi (64°) por 6-2 y 6-3, pero terminó sucumbiendo ante Jiri Lehecka (29°).
El oído: la gran preocupación de Nicolás Jarry
Durante la segunda parte del 2024, Jarry fue atacado por una neuritis vestibular que le impidió jugar varios certámenes, justo en la antesala de Wimbledon, y que luego lo ha tenido lejos de su mejor versión, lo que le valió alejarse del top 20 en el ranking ATP. Una situación que todavía espera superar. “Manejé las sensaciones de todo el partido de las misma forma, bien consciente de lo que tengo que hacer, con mi rutina, mis respiraciones, intentando hacer lo mejor posible cada punto. Nunca perdí la fe, sé que tengo el físico y la cabeza para aguantar y quería llevarlo a un tercer tie break”, dijo tras el encuentro ante Sinner.
Sin embargo, también reconoció que sobre el final volvieron a aparecer las incomodidades físicas. “En el último punto fue una pelota alta, que son esas las pelotas que me afectan por la lesión del oído, entonces eso fue lo que más me enojó, que producto de algo de hace mucho tiempo me haya afectado justo en ese momento. Después de eso Jannik comenzó a jugar mucho mejor, no me dio una”, explicó.
La complicación de salud que aqueja al deportista se describe como: “Un trastorno caracterizado por una crisis de vértigo brusca e intensa (falsa sensación de movimiento o de rotación), causado por la inflamación del nervio vestibular, la rama del 8º nervio craneal que contribuye a controlar el equilibrio”. En esa línea, el sitio MSD Manual, explica lo que es el vestíbulo, en los conceptos médicos. “Es una parte del oído interno. Contiene órganos que controlan el equilibrio. Está conectado al cerebro por el nervio vestibular. Probablemente, la neuronitis vestibular está causada por un virus”, es la definición.
En disputa con Sinner
Más allá de lo sucedido en la cancha, durante los últimos días Jarry ha tenido una especial disputa con Sinner debido al trato que recibieron ambos por sus situaciones de dopaje. “Me hubiera gustado el mismo apoyo que tuvo él cuando me pasó a mí. Eso es algo que a mí me afecta personalmente”, señaló el Príncipe en entrevista con El Deportivo.
Una situación que volvió a abordar en rueda de prensa cuando fue consultado por si creía justo que Sinner estuviese jugando el primer grande de la temporada mientras tiene fijada una audiencia en abril con el TAS por una posible sanción de dos años: “Es una pregunta muy difícil. Si puede o no jugar no depende de mí. Lo que sí puedo decir es que fue difícil para mí jugar contra él. Es un tema muy delicado y mantengo lo que dije ayer: me hubiese gustado el mismo trato”.
Tras el choque entre ambos, vino la respuesta del italiano. “Soy honesto, no sé los detalles de su caso, es difícil decir lo que pasó. No puedo hablar de diferencias de trato. Hay un protocolo y no es mi culpa si el protocolo no funcionó bien. Lo siento por los jugadores que están pasando por este tipo de cosas, pero no sé las diferencias de mi caso y el suyo. Solo sé lo que me ocurrió a mí y que todavía me sigue pasando. Al final, me juzgaron como inocente. La cantidad que encontraron en mi cuerpo es menos de una billonésima parte de un gramo. No sé cómo fue su caso”, lanzó.
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