Un día para convencer
Sin un premio deportivo de por medio, los técnicos buscarán la trascendencia en sus equipos; ambos, a través del buen juego que sólo ha asomado fugazmente. Guillermo Hoyos quiere instalarse en la galería de los inolvidables de Universidad de Chile y Nicolás Córdova ratificar que es el entrenador chileno del futuro.
Con el correr de las horas, los colores de las calles de Concepción fueron cambiando. También la tranquilidad típica de una ciudad distinta a Santiago se fue alterando con la llegada de los hinchas de Wanderers y la U.
Con timidez asomaron en las cercanías del estadio Ester Roa Rebolledo las primeras camisetas verdes. Son minoría al lado de lass azules, quienes desde la noche del jueves iniciaron su arribo a la capital del Bío-Bío.
En Concepción está todo preparado para que, al menos desde lo organizativo, la final de la Copa Chile sea una fiesta. Ayer, las autoridades locales dieron el visto bueno al recinto y adelantaron que la seguridad estará a cargo de 200 efectivos de carabineros y de 315 guardias privados.
Las entradas se agotaron, por lo que está garantizada la asistencia de 26 mil personas.
La de hoy será una final diferente. El gran premio deportivo que otorga el campeonato, por cuestión de bases, ya está en manos de Santiago Wanderers, pues incluso perdiendo ante los universitarios ya consiguió el derecho a participar en la Copa Libertadores 2018.
Lo mismo ocurre con los estudiantiles, quienes, luego de coronarse campeones del torneo pasado, inscribieron su nombre en la fase de grupos del torneo continental.
En la final de esta tarde estará en juego el trofeo, pero también los técnicos de ambos equipos tendrán la posibilidad de saldar sus deudas futbolísticas.
Ángel Guillermo Hoyos tiene la oportunidad de intentar convencer a los hinchas más románticos, a esos de paladar un poco más exigente, que extrañan el juego vistoso de campañas previas. El DT cordobés ya cumplió desde el punto de vista de los resultados, pero no por lo que el equipo exhibe en la cancha, donde el sello defensivo ya suena a rótulo, de esos que en el fútbol nadie quiere cargar.
En la previa, Hoyos optó por destacar el desempeño de sus jugadores. "Los jugadores nos trajeron a una final importante, que será muy disputada, porque el equipo que vamos a enfrentar ha luchado al igual que nosotros para conseguir esto y hace que realmente pueda llegar a ser una muy buena final por los dos equipos que buscan, que intentan y que van a proponer".
Matías Rodríguez, quien será titular esta tarde, admite que el balance, en términos de calidad de juego, no es aún el esperado. "No hemos llegado acá de la manera o forma que gusta, pero estamos tranquilos, porque podemos mejorar mucho" sostuvo el lateral.
Wanderers, en tanto, enfrenta la dicotomía de estar luchando por la corona de la Copa Chile, mientras que se ubica en el undécimo lugar del Torneo de Transición y pelea punto a punto en la tabla de coeficiente de rendimiento, donde quien resulte último al concluir el campeonato deberá enfrentar un repechaje con San Marcos de Arica o Unión La Calera para mantener la categoría.
Para los caturros, ganarle a la U es una obligación. Al menos así se lo han planteado dentro del camarín. El goleador de los verdes Jean Paul Pineda apunta a que el arbitraje de Eduardo Gamboa no sea un factor desequilibrante. "Espero que esté a la altura. Nosotros estamos tan ilusionados como ellos", explica el formado en Palestino.
La de hoy será una final diferente, donde ambas escuadras buscarán el título, pero con la promesa de realizar un buen fútbol.
Hoyos tiene la opción de ocupar un lugar de privilegio entre los técnicos que han hecho historia en Universidad de Chile: sumar la Copa Chile y, paralelamente, mantenerse en la lucha por la corona del Transición. Buscará sí un año pleno, si de títulos de trata.
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