A Martín Iribarne lo persiguen. Las miradas apuntan al director de la ANFP. Cada movimiento que ejecutó durante el último mes está siendo investigado por Miguel Ángel Valdés, el oficial de cumplimiento de Quilín, quien lo entrevistó este martes. Su nombre genera dudas.

Es que desde el momento que Jorge Salazar, presidente de Valdivia, lo acusó de interceder a favor de La Calera, club en el que hasta antes de llegar a Quilín ejercía como gerente, para quedarse con el pase del futbolista Erick Wiemberg, perdió piso: "La presión que ha ejercido Martín Iribarne, director de la ANFP y exgerente de La Calera, al jugador y al representante ha ido complicando todo", dijo el timonel del Torreón a La Tercera. "A mí me llamó una vez el 8 de diciembre y no le respondí. Él me escribió un WhatsApp y yo le dije que no tenía ningún problema en hablar, pero no me llamó más. Pasaron un par de días y me llamó a mí, al jugador y al representante", dijo días después a la radio La Clave. Wiemberg, sin embargo, desconoció haber tenido contactos con el director. "A mí no me ha llamado", dijo.

Moreno, molesto

Las palabras rebotaron fuerte en la cabeza de Sebastián Moreno. Y también de distintos presidentes del fútbol chileno que no escondieron su molestia. El timonel de la ANFP está ofuscado con la situación. Pidió que se iniciara una investigación. "Tenemos que investigar a fondo esta información. No formamos parte de los prejuicios, con los análisis ya efectuados tendremos un pronunciamiento claro", dijo la cabeza de Quilín.

Lo cierto es que Valdivia no retrocederá en la acusación. Miguel Ángel Valdés ya se comunicó con el timonel sureño y solicitó agendar una cita. En la reunión Salazar presentará audios y whatsapps que, según dice, acusan a Iribarne.