Colo Colo sufre a nivel defensivo. El Cacique no contará con ninguno de sus centrales que venían siendo titulares en la final de la Copa Chile, frente a Magallanes. A la expulsión de Alan Saldivia en la semifinal ante Cobreloa, se suma ahora la sanción de oficio de dos fechas que recibió Maximiliano Falcón.
En el encuentro disputado en el estadio Monumental, donde el Peluca fue el héroe albo al anotar el gol del triunfo en el último cuarto de hora, el árbitro José Cabero le había mostrado una tarjeta amarilla en una acción donde el defensor insultó al juez de línea Vladimir Muñoz. Sin embargo, en su informe, el silbante consignó que no escuchó los improperios y que luego tuvo acceso a ellos al revisar la transmisión oficial.
“Una vez observando las imágenes de televisión, me percato que el jugador N°34 Sr. Maximiliano Falcón Picart del club Colo Colo confronta al asistente N°2 con lenguaje ofensivo y grosero, diciendo ‘concha de tu madre, hijo de puta. De haber observado este comportamiento en el campo lo hubiese expulsado’”, redactó el referí posterior al encuentro.
Problemas para Quinteros
No es primera vez que Maximiliano Falcón le da un dolor de cabeza a Gustavo Quinteros. Sin ir más lejos, el DT albo lo marginó de varios partidos como sanción interna luego de que el charrúa viera la tarjeta roja ante Everton, en un juego de inicios de año. Además, el argentino-boliviano ha reprochado a su defensor públicamente en más de una ocasión.
“Se equivocó, cometió un error en el partido. Cometió un error grave porque dejó al equipo con un hombre menos sin necesidad, en una jugada que no había peligro y que ya había pasado, arrojando el balón. Sí, es un error grave porque nos privó de tener más fortaleza para poder ganar el partido durante casi 20 minutos”, decía el estratega tras la mencionada expulsión ante los ruleteros.
Antes, en 2022, se enfrentaron a gritos en el campo de juego. En un enfrentamiento ante Ñublense, en la Copa Chile de aquella temporada, Quinteros le gritaba a su futbolista. “¡No piensas, viejo! (...) ¡Otra vez! ¿Por qué te acercas?”. La respuesta del defensa central no se hizo esperar y le dijo: “¿Qué? ¡Si no le hice nada!”.
Los conflictos del zaguero lo han llevado, incluso, a perder la paciencia y acusar una persecución en su contra. “Basta. Cambié mucho, ya no protesto de manera descarada como lo hacía antes. Asumí mi responsabilidad cuando me echaron y uno siempre ve la manera de crecer”, dijo tras el clásico ante Universidad Católica, donde también fue amonestado con tarjeta amarilla.
“Hay que ser un poco más honesto, como lo estoy siendo yo hoy en día. Trato de jugarme todos los duelos de manera legal. Cuando me echan por una patada, sé que no es de mala leche. Pido disculpas enseguida si me equivoco, pero ya cansa”, agregaba.
“Llevo tres años acá y ya cansa que me pongan amarilla por cualquier cosa en todos los partidos. Ya no puedo estar en ningún lado porque piensan que estoy peleando; entonces quería aclarar eso. Ya es muy consecutivo, el perjudicado soy yo. Debe haber un criterio de la otra parte”, insistía el ex Rentistas de Uruguay.