Este 27 de febrero comienza el Movistar Chile Open, el único ATP 250 del país y que congregará a importantes figuras del tenis mundial, como el austriaco Dominic Thiem, ex campeón del US Open y número tres del mundo en 2020, el italiano Lorenzo Musetti, actual número 18; el argentino Diego Schwartzman, ex top ten; y Christian Garin, ganador en 2021.
“Es el cuadro que ha cerrado con el ranking más alto. Hay una variedad entre ranking y edades; figuras conocidas y otras que están buscando puntos. Uno compara al Peque Schwartzman que tiene una historia, con Musetti, que se ha lucido en poco tiempo”, señala Catalina Fillol, la directora del certamen.
Y apunta: “Este es nuestro primer año dentro de la normalidad. El 2020 fue un año con la cola del estallido social y fue nuestro primer año, tuvimos dos o tres meses para preparar el evento. El 2021 fue sin público y el año pasado fue con público restringido, que fue lo que más nos costó. Teníamos restringida la forma de entregar comida a la gente, tampoco podíamos poner música para evitar las aglomeraciones. Así que este año va a ser entretenido para nosotros porque pasa a ser una vuelta a la normalidad”.
En ese sentido, el convencer a las figuras no fue un tema tan complejo. “La verdad que nosotros habíamos conversado por ahí por septiembre. Ellos mismos mostraron interés por venir. Por ejemplo, Musetti nos contactó porque quería venir a la gira sudamericana; quería jugar en arcilla y no había venido nunca. Fueron conversaciones fáciles y creo que nuestro torneo va agarrando fuerza, historia y eso se va hablando entre los jugadores. Competimos con dos 500 como Acapulco y Dubái y aun así tenemos un buen cuadro”, destaca.
Otra complejidad es la entrega de invitaciones para el cuadro principal, ya que ningún tenista chileno está ingresando directo y solo quedan dos disponibles (uno de la organización y otro de Octagon, la empresa dueña de la fecha). El que está más cerca es Alejandro Tabilo. Sin embargo, Garin, Nicolás Jarry y Tomás Barrios están más lejos, mientras que Dominic Thiem ya aseguró el primer wild card. “Nos llevamos la grata sorpresa de que el cuadro cerró muy arriba, que dejó fuera a Thiem y a los chilenos. Es un bonito problema. Ahora viene una segunda conversación de cómo se distribuyen esos wild cards. A Thiem había que tenerlo por el beneficio del espectáculo y porque la gente lo quería ver”, afirma la directora del torneo.
Un estadio más grande
Otra de las novedades tiene que ver con el aforo, que hasta la edición pasada era de 3.000 espectadores. Este año eso cambia diametralmente. “Hemos querido hacer un estadio más grande, de cinco mil personas. Es un bonito número, y eso hace que se vea todo más grandioso. Eso también implicó hacer movimientos dentro del recinto, ya que crecimos en el tamaño del área comercial, el village, porque hay que darles un rico lugar para que esas cinco mil personas puedan entretenerse. Eso ha significado cambios en las canchas 1 y 2. En la uno pusimos más graderías y eso nos permite distribuir los partidos. Normalmente hacemos cuatro partido de singles en la central, pero este año mandaremos un doble a la central y un singles a la uno”.
La ampliación de la capacidad tiene relación con un objetivo largamente perseguido: subir de categoría. “Efectivamente hay que tener un estadio de cinco mil personas para transformarnos en un ATP 500, aunque el estadio de la cancha uno debe ser un poco grande. Sin embargo, nosotros queremos demostrar que Chile es capaz de recibir un ATP 500, queremos aspirar a eso. Si no lo conseguimos, al menos queremos ser un 250 muy fuerte que equivalga a un 500 en términos de audiencia, cuadro y tecnología”, expresa Fillol.
Frente a la posibilidad de dar el salto a un 500, la máxima autoridad comenta que “el año pasado se mandaron las postulaciones para hacer este upgrade, ahora la ATP ve la proyección. Habrá movimientos en el calendario para 2024″. “Estamos haciendo todo para lograrlo, pero está en manos del ATP”, sentencia.
Nuevas cámaras
En cuanto a los avances tecnológicos, la cancha principal tendrá paneles LED en todo su contorno, al tiempo que se avanza en la puesta a punto de la superficie hace dos meses bajo la supervisión de Martín Rodríguez.
También habrá una novedosa experiencia para los tenistas y el público asistente. “Este año vamos a replicar las cámaras 360, que es una cámara chiquitita que estará en tres puntos específicos. Tú te pones unos visores y puedes ver el partido como si estuvieras dentro de la cancha. Se ve el partido completo y el jugador puede verlo después de distintos ángulos. La idea es que también la gente pueda verlo en el stand de Movistar”, apunta. Y agrega: “Por otro lado, la ATP trae otras cámaras para ver la estadística de dónde cae la pelota y cómo se mueve el jugador. Entonces, hay otras seis cámaras más para medir el movimiento de la pelota, del jugador, cuánto recorre, etcétera. Es un trabajo en colaboración con ellos”.
Asimismo, se apuesta a una experiencia que satisfaga al público que asista a San Carlos de Apoquindo. “El layout está enfocado en el público y que la experiencia sea buena, minimizar colas largas para esperar la comida y los auspiciadores están haciendo realmente un esfuerzo para hacer activaciones entretenidas. El día martes será un día especial para la mujer, arrancando la semana de la mujer. Habrá regalos, clases de yoga, desfile de ropa de thea life, que es una ropa de yoga y bienestar; y música”, adelanta Fillol.
Finalmente, la hija de Jaime Fillol no esconde su satisfacción por ser una de las pocas directoras de torneo ATP que hay en el circuito. “Son 64 fechas en el calendario. Desde el año pasado éramos cinco mujeres, dos de Estados Unidos y el resto en Europa. Me enorgullece poder decir eso con esa confianza en mi conocimiento de lo que he aprendido con mi papá y con el equipo de SACS; de poder sentirme confiada de que lo que se está haciendo se está haciendo bien”, finaliza.
Los precios de las entradas en preventa fluctúan entre los $ 31.560 y los $ 74.520 y se pueden adquirir por el sistema PuntoTicket.