Un extranjero al mando de la Celeste: la pesada mochila que lleva Marcelo Bielsa en Uruguay
El ex DT de la Roja se sumergió en un ambiente que, históricamente, ha optado por lo local. El rosarino es recién el segundo entrenador foráneo en la historia de la selección oriental, después de la experiencia que tuvo Daniel Passarella entre 1999 y 2000.
La primera estación de la selección chilena en su camino hacia el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026 es Montevideo. Tal como en el proceso anterior, hacia Qatar 2022, la Roja comienza en el imponente Estadio Centenario. El equipo de Eduardo Berizzo visita a los pupilos de Marcelo Bielsa, en el reencuentro de dos que generaron una sinergia especial como jefe técnico y ayudante en el cuadro nacional rumbo a Sudáfrica 2010.
A los 68 años, el laureado y particular estratega nacido en Rosario fue el apuntado por la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) para darle un vuelco a la Celeste, tras la eliminación en la fase grupal de la última Copa del Mundo bajo el mando de Diego Alonso, quien había asumido en medio de las Clasificatorias pasadas relevando nada menos que a Óscar Washington Tabárez, un ícono en el país oriental.
Pese a que lleva poco tiempo al mando, el exseleccionador de Chile ha debido enfrentar más de una polémica por sus decisiones. La más notoria, y directamente relacionada con lo futbolístico, dice relación con prescindir de los referentes de la selección charrúa. En particular, con los casos de Edinson Cavani y Luis Suárez, los goleadores históricos de la Celeste. Esta situación se convierte en un flanco que se puede abrir en contra de Bielsa, en el caso de que los resultados no lo acompañen.
Pero el ex DT de la Roja porta con otra mochila a cuestas: dirigir a Uruguay siendo extranjero. El rosarino es apenas el segundo entrenador foráneo en la historia del seleccionado oriental, un ejemplo de lo nacionalista que ha tratado de ser la Celeste para sus proyectos, sobre todo cuando se trata del combinado nacional. De hecho, afloraron críticas cuando el nombre de Marcelo Bielsa estaba sonando. Uno que directamente se opuso fue Martín Lasarte. “No me gusta que venga un técnico extranjero a dirigir a la selección uruguaya. Esta era la chance para que un técnico uruguayo dirija a la selección, el momento para hacer un proyecto a largo plazo”, declaró Machete en una radio, en el mes de abril.
Tuvieron que pasar 24 años para que los uruguayos volvieran a tener un seleccionador de fuera del país. El único, hasta Bielsa, había sido su compatriota Daniel Passarella, en el proceso clasificatorio hacia Corea-Japón 2002. El Káiser, hoy de 70 años, dirigió 14 partidos en el seleccionado adulto, entre el 18 de agosto de 1999 y el 15 de noviembre de 2000. Su registro fue de seis triunfos, cuatro empates y cuatro derrotas. Se fue y lo reemplazó Víctor Púa, quien clasificó al Mundial mediante el repechaje.
Más atrás en el tiempo está el caso de Juan Eduardo Hohberg, quien nació en Argentina pero que se nacionalizó uruguayo. De hecho, jugó el Mundial de Suiza 1954 con los celestes. Dirigió 27 encuentros entre 1969 y 1977, destacando el cuarto puesto en la Copa del Mundo de México ‘70. Todo el resto son locales. Con distancia, el Maestro Tabárez es el que registra más partidos a cuestas: 221.
Sumergirse en este proyecto implica un desafío adicional para Marcelo Bielsa: cambiar el paradigma del fútbol uruguayo. Históricamente la Celeste fue un elenco con un estilo aguerrido y pragmático (la famosa garra charrúa), pero ahora son liderados por una cabeza técnica que pregona un fútbol vertical, intenso y de mayor posesión de balón.
Domina Argentina
Tanto Marcelo Bielsa como Eduardo Berizzo son dos ejemplos de la supremacía transandina en las bancas de las selecciones Conmebol. Siete de los 10 seleccionadores son argentinos. Además de los antes mencionados están Lionel Scaloni (Argentina), Gustavo Costas (Bolivia), Néstor Lorenzo (Colombia), Guillermo Barros Schelotto (Paraguay) y Fernando Batista (Venezuela). Los únicos locales que dirigen en este lado del mundo son Juan Reynoso en Perú y Fernando Diniz en Brasil. Este último con un vínculo de un año, aguardando por Carlo Ancelotti. El restante es el único europeo del grupo: el español Félix Sánchez, ex Qatar, hoy DT de Ecuador.
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