Un foso más corto y piscinas de profundidad dispareja: las dificultades que enfrenta el Centro de Deportes Acuáticos de Santiago 2023
El recinto donde se llevará a cabo la natación es uno de los más afectados. Además, las obras debían comenzar en marzo, pero eso todavía no ocurre y se espera que el inicio de los trabajos se produzca en julio.
Uno de los recintos de los que menos se ha hablado es el Centro de Entrenamiento de Deportes Acuáticos del Estadio Nacional. Cuando restan exactamente 499 días para el inicio de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, el recinto se ha convertido en el principal dolor de cabeza de la Corporación a cargo del evento. De hecho, el pasado viernes fue el propio Neven Ilic, quien encendió las alarmas por los retrasos de esta obra.
“Participé en varias reuniones que tienen que ver con infraestructura, de manera de prender las luces donde sentimos que hay mayor problema. Hoy día, si uno pudiera destacar lo que es más importante para partir ya, es la piscina. El resto está listo para partir. Hay ciertos detalles que hay que afinar, pero la piscina es el punto al que le vamos a dedicar más tiempo”, comentó bastante preocupado el presidente de Panam Sports.
Las razones que transformaron este recinto en una complicación son varias. Desde burocráticas, como la tramitación respectiva de la autorización ante el Consejo de Monumentos, hasta un problema de origen, que si bien es descrito como “un cambio reglamentario”, lo concreto es que esta irregularidad se arrastra de hace muchos años. De hecho, en la ficha resumen de obras presentada en febrero ante el Sistema de Evaluación Ambiental, se explica que se apunta a “la reubicación de las piscinas interiores, buscando cumplir con las nuevas medidas reglamentarias”.
“La piscina interior no cumple con los requisitos técnicos, porque su profundidad no es pareja y la norma indica que tiene que ser de tres metros homegénea, mientras que el foso de los clavados debe ser cinco metros más largo. Además, el aforo no es el oficial”, explica Claudia Molkembuhr, presidenta de la Federación Chilena de Deportes Acuáticos (Fechida). Sobre la capacidad, el proyecto busca que puedan ingresar hasta 3 mil personas, pero dependerá de cómo se logren hacer los ajustes.
Frente a estas complicaciones, la timonel revela que la piscina exterior, que cumple con todos lo reglamentado, no se puede usar en esta época del año. “Si bien tiene agua calefaccionada, al ser al aire libre, el frío de esta época del año hace imposible utilizarla. Desde marzo que no se ocupa”, señala, por lo que ve con muy buenos ojos la opción de que sea techada.
En ese contexto, la representante de la Fechida también muestra su preocupación por la falta de noticias sobre el destino de las obras. “Hasta la fecha, nosotros no tenemos ningún tipo de información. En un principio se nos dijo que la piscina se iba a cerrar en marzo para los arreglos. Luego, esto se corrió para junio y ahora tenemos entendido que se cerraría en julio para el comienzo de los trabajos”, advierte. Y agrega: “Tampoco sabemos dónde nos iremos una vez que cierren. No tenemos muchos recursos, pero no ponemos en duda de que el IND sabrá darnos alguna solución”.
Molkembuhr lamenta no haber tenido contacto con las autoridades. “No nos consideran para tomar decisiones. Nosotros somos los que desarrollamos el deporte y sin recibir nada a cambio. Solamente nos presentamos ante la Corporación en enero y del Mindep ni siquiera nos recibió la ministra, sino que su jefa de gabinete, y tampoco nos dieron mucha información”.
En el cronograma inicial presentado en febrero, el término de obras estaba considerado para septiembre del próximo año (ver cronograma), siempre y cuando comenzaran en junio. Por ahora, las autoridades lograron agilizar el permiso ante el Consejo de Monumentos, por lo que la licitación está próxima a realizarse, aunque sin una fecha concreta de inicio.
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