A casi dos meses de que el plantel de Colo Colo y Blanco y Negro iniciaran el conflicto por los ajustes salariales producto de la crisis económica provocada por el Covid-19, las partes todavía no llegan a un acuerdo y las declaraciones incendiaras han ido y venido. No obstante, ayer en una extensa reunión de directorio, los integrantes de la mesa de la concesionaria evaluaron la posibilidad de retomar la negociación después de que el propio Aníbal Mosa anunciara el fin del diálogo, acusando intransigencia de los jugadores.

Como en toda reunión, hubo diversos puntos de vista; unos más conciliadores y otros menos flexibles. Finalmente se llegó a la conclusión de que aceptarán una nueva mediación de la Dirección del Trabajo. Además, se estableció que el vicepresidente ejecutivo Harold Mayne-Nicholls continuará al frente de las conversaciones, pese al veto que intentaron poner los futbolistas sobre él. Además, se insistió en volver a la propuesta inicial. Es decir, la devolución de solo un 50% de lo que se les descuente a los futbolistas hasta diciembre.

Como esa oferta no es lo que esperan los jugadores, quienes aspiran al menos a un 88%, en el directorio se conversó la posibilidad de sumar alguna fórmula más que permita cerrar definitivamente la controversia. “La idea es mantener lo inicial, aunque, a modo de gesto, podría sumarse una especie de bono o premio”, reconoce uno de los presentes en la reunión. Eso sí, advierten que los esfuerzos que hagan serán en el marco de un contexto de austeridad.

En las próximas horas, los futbolistas y la concesionaria serán notificados por la Dirección del Trabajo sobre cuándo se reanudará la mediación, aunque probablemente sea a comienzos de la próxima semana.

Entre los asuntos que se trataron ayer, se encuentra el difícil panorama económico que atraviesa el club. La mayor complejidad es que no hay ingresos nuevos, pues todavía no se cierra ningún contrato de patrocinio y el poco dinero que ingresa se utiliza en pagar los salarios más bajos de la concesionaria.

Por ahora, con los ajustes realizados, ByN se puede mantener hasta fin de año. No obstante, si la debacle financiera persiste, la situación se podría tomar mucho más adversa. Y, ante esta situación, en el directorio insisten en que es imposible que se les pueda devolver todo el dinero que se les recorte a los futbolistas, ya que lo que ingrese será utilizado para ir pagando otros compromisos económicos.