Brasil sucumbió ante Uruguay en los penales. La selección de Dorival Junior suma el primer fracaso de su proceso. Pese a que se mantiene invicto (en el historial este último encuentro cuenta como empate), no convence en su país. Ante la Celeste, y fue una tónica durante toda la Copa América, el Scratch fue un equipo plano, carente de creatividad en el último cuarto de la cancha. A eso se le suma que en los cuartos de final no contó con Vinicius, su elemento más importante en el ataque.
Claro que la caída de la canarinha es algo que se extiende hace más tiempo. En la última década han sufrido con la perdida de protagonismo en los torneos importantes. Luego de quedarse con la Copa Confederaciones, en 2013, la verdeamarela ha sumado más tropiezos que festejos en los distintos torneos que disputa. La de 2010 fue una década especialmente pobre para un combinado que históricamente es protagonista en el balompié planetario. Se quedaron con la mencionada Confederaciones, el oro en los Juegos Olímpicos de 2016 y la Copa América de 2019. El contraste es que entre 2000 y 2009 alzaron cinco trofeos.
El panorama no parece cambiar en el actual decenio. Perdieron en la final de la Copa América 2021, en el Mundial de Qatar 2022 se estrellaron ante Croacia en cuartos de final, la misma fase en la que se despidieron del presente certamen continental. En Estados Unidos ganaron solo un partido de los cuatro, ante Paraguay, que actualmente se posiciona como una de las peores escuadras del concierto sudamericano. En ese encuentro lucieron sus figuras. Pero ante la defensiva Costa Rica no pasaron del cero y ante Colombia tampoco ganaron. Contra la Celeste ni tener uno más por 20 minutos les fue favorable.
En las Eliminatorias que se están disputando, Brasil se encuentra en el sexto lugar. Después de seis fechas disputadas, acumulan dos triunfos, un empate y tres caídas. Dorival Junior, el estratega, enfoca sus fuerzas en mejorar ahí tras la eliminación del último fin de semana. “Tenemos dos años para trabajar antes del Mundial. Lo primero es clasificar porque somos sextos en la clasificación y es una posición que nos incomoda”, reconoció en rueda de prensa. Para el Scratch, los últimos tiempos han sido de perder rachas positivas. Hasta 2021, todas las Copa América que se habían disputado en el país de la samba eran título seguro para ellos. Ahí cayeron ante Argentina. También ante la Albiceleste, su clásico rival, perdieron el invicto de local en Eliminatorias que se mantenía desde 1954.
Al torneo llevado a cabo en Norteamérica, la canarinha se presentó con un plantel con un promedio de edad de 24,8 años. No estuvo presente Neymar, quien si bien está en Al-Hilal de Arabia Saudita, es el goleador histórico de su selección. Una lesión no tiene inactivo hace varios meses. Tampoco fueron convocados otros nombres que eran fijos hasta hace algunos meses, como Casemiro, Gabriel Jesús o Éderson.
¿Adiós a la inventiva?
Meses antes de su fallecimiento, el histórico entrenador argentino César Luis Menotti realizó un diagnóstico del momento de la auriverde. “Me da vergüenza a veces escucharlo y sentirlo porque me tocó vivirlo en la época más brillante en la historia del fútbol brasilero, viviendo en Brasil el Mundial de 1970 y vi toda la preparación, todo lo que significaba en Brasil cuando nosotros en ese momento estábamos en el hombre a hombre o el stopper. Me parece que hay una decadencia cultural, están en otro mundo y no puedo entenderlo. Me pasa que no entiendo cómo se puede jugar tan mal, cómo se puede jugar sin ideas y sin sostener su historia brillante del fútbol brasileño”, lanzó en febrero.
La historia futbolística de la selección brasileña está llena de momentos de cambio. El más emblemático fue tras perder el Mundial de 1950 en la definición ante Uruguay. Eso los llevó a cambiar, incluso, su camiseta. Pasaron del blanco a la conocida verdeamarela. En los 60 se popularizó el Jogo Bonito y vinieron los mundiales de Pelé (1958, 1962 y 1970). Sin embargo, en 1982 vivieron otro punto de inflexión: la eliminación del Mundial de España, cuando eran favoritos y tenían un equipo lleno de talento.
Cuando volvieron a la cima, en 1994, Carlos Alberto Parreira apostó por un rígido 4-4-2, pero era un equipo con inventiva ofensiva con Romario y Bebeto. En 2002, Ronaldinho, Ronaldo, Cafú, Roberto Carlos y Rivaldo eran los talentosos con los que contaba el también pragmático Luiz Felipe Scolari. Si bien los técnicos eran de vocación defensiva, la creatividad de sus individualidades los transformaba en equipos de temer. En la actualidad no logran juntar cracks que marquen la diferencia cuando se juntan en su selección. Una radiografía al respecto hizo Marcelo Bielsa durante la última semana, recalcando que el motivo de la decadencia puede ser la corta edad a la que saltan los futbolistas brasileños a Europa.
“El fútbol, que es una de las pocas cosas que horizontalmente los más pobres mantienen, ya no la tienen más, porque a los 17 años, Endrick, o el wing del Palmeiras (se va). Qué lástima que lo tenga que decir yo, que me va a traer nada más que críticas...”, señaló el estratega.
Desde el Mundial de 2002 hasta ahora, Brasil no ha logrado sostener un proceso largo en el tiempo. Solo con Tite, y se fue sin cumplir su gran objetivo. Aunque fueron los mejores años del Scratch en las últimas temporadas. Desde 2002, pasó Parreira, Dunga (dos veces), Mano Menezes, regresó Scolari. En 2023 hubo dos interinatos, primero Ramon Menezes y luego Fernando Diniz. Hasta que asumió Dorival Junior. Una característica de los entrenadores brasileños es su escasa experiencia internacional. Todos han desarrollado su carrera en el Brasileirao, y en varios equipos, con más de un paso por cada uno.
El actual estratega de la canarinha dirigió a 20 equipos en su país. Tite hizo lo propio en 14, con un paso intermedio por Emiratos Árabes. Ramon Menezes comandó a ocho elencos de su país; Diniz estuvo en 13. Si se observa el historial de la Primera División de Brasil, hasta 2021, siempre fueron técnicos locales los campeones. Una hegemonía que se rompió con el portugués Abel Ferreira, bicampeón con Palmeiras. Pese a que estuvo en la órbita de la CBF, siguen sin tener un técnico extranjero al mando del Scratch. En la Confederación Brasileña esperaban cerrar el arribo de Carlo Ancelotti para dar el salto de calidad. Sin embargo, el italiano prefirió seguir en el Real Madrid.