Olympique de Marsella reaccionó justo a tiempo. El subcampeón galo llegaba sin puntos ni goles al tercer duelo del Grupo D de la Champions. Y aunque comenzó en desventaja antes del minuto ante Sporting de Portugal, en un estadio Vélodrome vacío, pues estaba sancionado por los últimos incidentes frente al Frankfurt, pudo sellar una espectacular goleada de 4-1, la misma que nació del oportunismo de Alexis Sánchez.
El chileno anotó su décimo cuarto tanto en la competición europea y quedó a uno de Arturo Vidal, el jugador nacional que más celebró en el torneo.
Un encuentro que tuvo historia y anécdota desde antes, incluso, de que el juez italiano Davide Massa diera el inicio. El bus de los lusitanos llegó con 20 minutos de retraso lo que obligó a cambiar el horario del duelo.
Una situación que molestó en lo absoluto al técnico de los marselleses, Igor Tudor, quien partió motu proprio al camarín visitante para apurar el ingreso de los lisboetas.
“¡Vamos a comernos a estos acá!”, dijo el entrenador croata a sus jugadores antes de ingresar al túnel. Una forma de arengar a un equipo que llegaban sin puntos ni goles en dos partidos de esta Champions.
Pero el cuadro de Provenza entró dormido a este tercer encuentro. Una gran jugada entre Marcus Edwards y el barcelonista Francisco Trincao terminó en la apertura de la cuenta para los visitantes, cuando este último jugó la diagonal y remató desde el borde del área, cuando apenas se jugaban 51 segundos de partido.
Alexis vuelve al gol
La conquista del elenco luso tocó el amor propio de los locales, especialmente del chileno Alexis Sánchez, quien al menos por actitud se ha alzado como uno de los líderes del plantel de Tudor.
Siempre atento, metido en el partido, apretando la salida y haciendo jugar a sus compañeros. A los 5 minutos, ya había inventado una pared con Amine Harit, pero el marroquí envió la pelota al cuerpo del meta Antonio Adán, quien envió la pelota al tiro de esquina.
Sin embargo, el minuto 13 fue clave en el futuro del partido. El meta Adán intentó salir con los pies, justo cuando el tocopillano lo fue a apurar con astucia. El saque del meta español rebotó en la pierna derecha y el balón se coló en el arco para el 1-1.
Fue el momento preciso de la remontada del equipo portuario. Incluso, un par de minutos más tarde, Massa anuló un tanto del mismo Niño Maravilla por una posición de adelanto.
A los 17 minutos, Adán volvió a ser protagonista. Esta vez quedó corto en el remate de salida, la pelota quedó en los pies de los futbolistas rivales para que Jonathan Clauss centrara preciso a la cabeza de Harit, quien logró el 2-1.
La pesadilla del ex portero de Real Madrid no terminó en esa jugada. A los 22 minutos, vio la tarjeta roja tras salir a destiempo y rechazar el balón con la mano fuera del área.
El ingreso del uruguayo Franco Israel tampoco dio seguridad al fondo de los portugueses. A los 28 minutos, el elenco galo logró el 3-1 en un tiro de esquina, cuando el central argentino Leonardo Balerdi aprovechó la mala salida del golero charrúa.
Después de una media hora de locura, el duelo encontró la calma, que solo salió de ese vacío tras un tumulto después de una fuerte entrada del lisboeta Nuno Santos, cerca del entretiempo.
Marsella va por más
Lejos de descansar en el 3-1, Olympique y el mismo Sánchez fueron por más en el vacío Vélodrome, ya que el cuadro galo fue sancionado por la UEFA tras la derrota ante Eintracht Frankfurt. Nada más iniciada la segunda parte, el tocopillano estuvo muy cerca de anotar el segundo con un cabezazo, pero la jugada fue anulada por posición de adelanto.
El Niño Maravilla quería más y, muchas veces, el ímpetu lo dejó offside ante la línea de Sporting. Así ocurrió, por ejemplo, poco después de la hora efectiva de juego.
A los 72 minutos, Sánchez volvió a conectarse arriba, pero no alcanzó a empalmar el centro de Nuno Tavares. En los minutos finales, Marsella volvió a arremeter. A cinco del final, Sánchez ganó en el ataque y su remate dio en el cuerpo del meta Israel, el rebote quedó en los pies de Chancel Mbemba, quien anotó el 4-1 en doble instancia.
Un par de minutos más tarde, el goleador histórico de la Roja tuvo el quinto en sus pies. Volvió a apretar la salida de Sporting, ganó la pelota y enfrentó al meta; pero tras eludirlo, mandó el balón al costado de la red.
A esa altura, el rival solo pensaba en el final del encuentro, a sabiendas de que el próximo miércoles tendrá que enfrentar a este mismo equipo por la cuarta fecha del Grupo D.
Los franceses golearon y consiguieron sus primeros puntos, aunque lo más importante es que dejaron la diferencia de gol en cero, luego de dos derrotas iniciales.