Un empate milagroso consiguió Universidad de Chile en Independencia. Cuando el tiempo se agotaba, Darío Osorio clavó un golazo para dejar el marcador 1-1 y desatar la locura entre los azules. Un punto que vale mucho más en un momento clave del año. A dos semanas de enfrentar a Colo Colo y en medio de una crisis de resultados.
Los azules llegaban muy necesitados a Santa Laura, de eso no hay dudas. Ya eran cuatro derrotas al hilo, incluida la goleada sufrida ante O’Higgins hace siete días. Eso, sumado a problemas futbolísticos evidentes y a una relación enfrentada entre el técnico y sus jugadores. Una debacle que comenzó a gestarse justamente cuando el equipo llegó a la punta del Campeonato Nacional. No hubo siquiera tiempo para celebrar. La U fue puntera y desaparecieron las victorias. De hecho, en los diez previos, habían sumado solo dos victorias.
Situación límite, que además suma el factor de que el Superclásico está a la vuelta de la esquina. Todo aquello obligaba a salir a buscar el partido y aunque los laicos lo intentaron, la primera parte volvió a dejar en evidencia todos los males.
Iniciaron mejor, buscando constantemente el arco rival con una fórmula evidente. Abrían el juego desde el lado izquierdo, para cuando llegaban al al área rival cambiar de lado y buscar rematar desde la banda derecha. Así, Andía casi anotó en el 16′. Una jugada bien fabricada por la U, en donde Osorio se llevó las marcas y el ex Unión La Calera la mandó sobre el poste.
Aquello lo buscaron repetir en reiteradas ocasiones, hasta que en el 42 todo se transformó en pesadilla para el “Romántico Viajero”. Curicó se aproximó con Zavala y cuando el extremo se paseaba por el área, que tuvo un paso por Colo Colo, cayó al piso. La repetición lo dejó en evidencia. Matías Zaldivia lo pisó en su intento de quitarle la pelota. Tras revisión en el VAR llegó el primer disparo: penal para los de la séptima región. Después otro impacto. Amarilla para el central argentino quien quedaba suspendido para el Superclásico. Finalmente el tiro de gracia luego de que Federico Castro no desaprovechara su oportunidad desde los doce pasos.
Lo peor fue que tras aquel episodio, los lamentos no terminaron para los universitarios. Cuatro minutos después, el árbitro pitó un penal para los de Pellegrino (quien veía el partido desde las gradas por estar suspendido) pero tras revisarlo en el VAR anuló la sanción. Malestar total entre los jugadores locales, quienes también le reprocharon a Millas por no haber dejado jugar todo el tiempo estimado en los descuentos.
En la segunda parte eso sí, entraron renovados. Dejaron atrás las dudas defensivas que llevaron al penal y atacaron constantemente al arco de Curicó. Ahora, con más profundidad y claridad que en los primeros 45 minutos. En el 50′ incluso les ahogaron el grito de gol al sancionar offside. En el 59′ Zaldivia conectó un cabezazo que se fue por poco sobre el arco.
Y como si fuese poco, dos minutos después de ese remate de cabeza, nuevamente les anularon un gol. Nuevamente por un offside tras un pivoteo de Leandro Fernández. Incredulidad para un equipo que a esa altura ya proponía mucho más que su rival, quien buscaba asegurar tres puntos claves en su lucha por salir de los últimos puestos del torneo.
Una sensación que se mantuvo hasta el final del encuentro. La U atacando, Curicó resistiendo. De hechos los de la séptima región solo salían de su mitad, cuando un contragolpe abría el camino. Y esa resistencia comenzó a hundirse en los descuentos cuando sufrieron dos expulsiones. Primero para su técnico José Ribera y después Joaquín González quien le cometió una dura falta a Daniel Navarrete.
Finalmente, el empate llegó de forma milagrosa gracias a un golazo de Dario Osorio. Fue cuando no había tiempo para nada más que una genialidad. Gol de otro partido que le da vida a Pellegrino, la U y que sin duda llena de motivación a un jugador que no la había pasado bien en las últimas semanas. Oxígeno en la previa de enfrentar a Colo Colo.
Lo único que lamentarán en la banca azul será que en esa misma jugada Matías Zaldivia salió lesionado. Una mala caída le dejó complicado en el hombro. Su ausencia ante los albos estaba asegurada. Ahora quizás podrá prolongarse.