El domingo, el keniata Jacob Chulyo corrió un minuto más tarde que el vencedor del año pasado para ganar el Maratón de Santiago. Sus 2 horas 13'15", la marca más lenta desde 2011, fue el primer atisbo de que en esta edición las marcas no serían las mejores. La razón, según corredores y expertos, fueron las altas temperaturas registradas, las más altas en las que se corrió la prueba.

Y está a la vista. Según los datos oficiales de la competencia, en la última edición, apenas 77 corredores (la cifra porcentualmente más baja de la historia) terminaron los 42 kilómetros en menos de tres horas, justo en la edición más calurosa de todas (ver tabla). Se corrió entre 13ºC y 31ºC.

Y el gran problema que los participantes acusan fue que en un día de tanto calor, falló la hidratación. "Se sabía que iba a hacer calor el domingo. El cambio horario y el pronóstico lo anunciaba. Estaba encajonado y sentía calor, sed. El problema fue que la hidratación estaba cada cinco kilómetros, como si hubiese sido un día cualquiera, cuando claramente no lo fue", comenta Jorge Plaza de Los Reyes (47), maratonista chileno.

Matías Córdoba, periodista y miembro del equipo Road Runner, también sufrió en los 42k. Sus críticas van principalmente a la poca atención de la organización al factor meteorológico: "Le dije a Juan Luis Santelices (vocero del MDS), que iba a hacer calor, pero me indicó que como la prueba se preparaba en verano, los corredores vendrían aclimatados. No fue así. El gran problema es que la hidratación fue la misma que en 2018, algo totalmente insuficiente".

Desde el Hospital del Trabajador, patrocinadores y encargados de la salud del evento, afirman: "Dadas las inusuales condiciones meteorológicas, se registraron más de 950 atenciones a participantes, cifra que representa un aumento del 50 por ciento respecto a las atenciones entregadas el año pasado. Adicionalmente, aumentó la complejidad de los casos, con más de 20 corredores que debieron ser derivados a diferentes recintos asistenciales".

Ni Prokart, productora del evento, ni la Corporación Maratón de Santiago, ni el Ministerio del Deporte, patrocinador del evento, quisieron referirse al asunto.

Disección de la aorta

Ayer se conoció el resultado de su autopsia. Claudio Agurto Spencer, murió por una disección aórtica. "Esta es una enfermedad sistémica, afecta a adultos y adultos mayores. Ocurre por la falta de colágeno en la aorta", explica Juan Carlos Venegas, cardiólogo de Clínica Las Condes. "En estos casos, por como fueron las condiciones, la posibilidad de vida es cero. Se necesita una intervención inmediata para evitar una tragedia por esta causa. Ni con reanimación por desfibrilador en primer momento se habría salvado", enfatiza.