Un poco de aire para Holan: la UC se levanta de la lona y avanza en la Copa Chile
En medio de una semana de incertidumbre, luego de caer en el Clásico Universitario, Católica se recupera. Venció 2-0 a Wanderers, para meterse en semifinales de la Zona Centro Norte. Un dato: es recién la segunda victoria de los cruzados en cuatro meses.
El duelo ante Santiago Wanderers no encontró a Universidad Católica en su mejor momento. Luego de un largo receso y sin actividad oficial, la fea derrota en el Clásico Universitario del miércoles pasado fue el disparador de las dudas, los cuestionamientos y la incertidumbre en la tienda cruzada. Si la temporada no ha sido buena, perder con la U, de la manera en que sucedió (desde la actitud corporal hasta las nulas ocasiones de gol generadas), dejó en un mal pie a Ariel Holan, quien no ha tenido un 2023 agradable.
En medio de ese ambiente, la UC enfrentó a los caturros, en la soledad de Santa Laura (el equipo acarrea una suspensión desde la edición del año pasado, debido a incidentes), con la necesidad imperiosa de un triunfo para “desactivar la bomba” y no tachar de la lista otro objetivo en el año, tras el tropezón en la Sudamericana. Básicamente, la Católica tenía que lograr algo que sólo hizo una vez en los últimos cuatro meses: ganar. Y lo hizo. Venció por 2-0 a los de Valparaíso y se metió en semifinales de la Zona Centro Norte de la Copa Chile.
Por enésima vez en esta campaña, el cuestionado Holan cambió de esquema y de jugadores. Volvió Gary Kagelmacher, uno de los bastiones defensivos del equipo, y se apuró la recuperación de Fernando Zampedri, quien apareció en la banca tras ser operado de un pie (Di Santo se mantuvo como el 9). Sin el Toro, el ataque cruzado no es igual. Entonces, los franjeados salieron a la mejorada cancha de Independencia con un 3-5-2, con Burdisso de líbero. En el medio, Saavedra fue el eje, teniendo como interiores a Pinares y a otro retornado: Bryan González.
A priori, un dibujo así implicaba potenciar las bandas, sin embargo la UC privilegió atacar principalmente por la izquierda, con las subidas de Eugenio Mena, uno de los que le daba profundidad a un equipo que caía en la excesiva lateralización de su juego durante el primer tiempo. En el medio, mientras Pinares se veía incómodo y fuera de sintonía (muy distinto al de 2020), el juvenil González se vio activo y con más claridad.
Wanderers no se fue a esconder, sino que le generó más de algún problema a los estudiantiles. De hecho, las principales ocasiones de peligro en el lapso inicial fueron de los verdes, ambas de Carlos Muñoz. En la primera, se perdió un mano a mano ante Dituro (13′) y, más tarde, desvió una volea (43′). En ambas acciones, las apariciones fueron a la espalda de Kagelmacher, el central por la izquierda. Sí se vio al uruguayo con falta de fútbol.
Un desborde de Eugenio Mena ocasionó la apertura de la cuenta. En los 24′, una combinación del Keno con Alexander Aravena termina con el lateral entrando al área, por su franja, centrando y permitiendo el autogol de Andrés Barboza, quien se llevó por delante el balón, cuando Di Santo aparecía a su lado. Festejo mesurado el de los cruzados.
De cara al complemento, la inquietud era saber si Wanderers iba a sostener el ritmo. Los de Francisco Palladino jugaron de igual a igual, pero carecieron de mayor precisión en la zona de definición. Católica contó con la tenencia de la pelota y apeló al manejo de la pelota y no liberó tanto a sus laterales. Dicho esto, le costó generar ocasiones para cerrar el encuentro, pese a tener elementos de buen pie. El tetracampeón de torneos largos es punzante a cuentagotas y, si quiere más protagonismo en los partidos y pasar menos problemas, tiene que crecer en ese ítem.
En los 74′, llegó la tranquilidad en Holan y compañía porque llegó el 2-0, obra de Alexander Aravena. El seleccionado chileno recibe un pase del Cimbi Cuevas (había reemplazado a Pinares), se perfila y saca un tiro rasante con la derecha, para batir al golero Miranda. Fue la sentencia a la eliminatoria. Para el resto del juego, la UC apostó por bajar la persiana y ceder la pelota. Había que ganar.
En efecto, la Católica alcanzó algo que le era esquivo: la victoria. La cruda estadística marcaba que tenía un triunfo en cuatro meses (el 4-1 a Copiapó, en el norte), post eliminación de la Copa Sudamericana, en ese fatídico duelo con Audax Italiano, en Rancagua.
Los cruzados pasaron a semifinales de la Zona Centro Norte y su próximo rival será Everton, que eliminó a San Felipe. Precisamente, los ruleteros enfrentarán a la UC en el inicio de la segunda rueda, el próximo fin de semana.
Ficha del partido
U. Católica: M. Dituro; B. Ampuero, G. Burdisso (77′, A. Parot), G. Kagelmacher (88′, D. González); B. Nieto, C. Pinares (72′, C. Cuevas), I. Saavedra (88′, B. Rovira), B. González (77′, F. Zampedri), E. Mena; F. Di Santo y A. Aravena. DT: A. Holan.
Wanderers: E. Miranda; V. Espinoza (46′, K. Vásquez), C. Meneses, A. Barboza, J. León; J. Pereyra (46′, J. I. Duma), J. Gatica; P. Guajardo (82′, J. Zeballos), M. Plaza, L. Cepeda; y C. Muñoz. DT: F. Palladino.
Goles: 1-0, 24′, Autogol de Barboza, conecta el balón tras desborde de Mena; 2-0, 74′, Aravena, con tiro rasante tras pase de Cuevas.
Árbitro: Juan Lara. Amonestó a Saavedra, Cuevas (UC); Pereyra, Muñoz (SW).
Estadio Santa Laura. Sin público.
En cursiva, jugadores juveniles.
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