Colo Colo está en máxima tensión. La derrota en el Superclásico dejó tambaleando el proyecto que tiene el Cacique para este año y aumentó al doble la presión que ya tenía el duelo ante Sportivo Trinidense. En la ida, jugada en Paraguay, ambos elencos igualaron 1-1.
Es que una derrota ante el equipo paraguayo no sólo significaría una merma multimillonaria para las arcas de Blanco y Negro, también significaría un duro golpe para la estabilidad de Jorge Almirón, el técnico. El argentino quedó marcado por la derrota frente a los azules, tras poner fin a una racha de 23 años.
Es que ingresar a la fase de grupos de la Copa libertadores es el principal objetivo que se impuso la concesionaria del elenco de Macul para este año. Los altos ingresos de Almirón y Arturo Vidal hacen más que necesarios los recursos que esta parte del torneo continental entrega, pues si bien la oncena de Macul ya aseguró 500 mil dólares por la fase dos y 600 mil por la fase tres (más de mil millones de pesos chilenos), si clasifica para la ronda de los 32 mejores recibirá tres millones de la moneda estadounidense ($2.853.780.000 millones de pesos chilenos), más la recaudación de sus tres partidos de local.
Mucho dinero que provocó el primer quiebre entre los jugadores y el presidente Stöhwing por los premios , conflicto que recién se arregló durante los últimos días, y calmó en parte la rebelión que encabezaba Esteban Pavez y que hizo pública el pasado domingo.
“Acá en Colo Colo sabemos que los dirigentes siempre tiran las cosas a la luz por conveniencia de ellos. Ya llevo mucho tiempo acá, sé cómo manejan ellos el tema”, aseguró el capitán de los blancos.
Las aspiraciones del Rey
Desde que Arturo Vidal regresó a Colo Colo avisó que su prioridad era ganar la Copa Libertadores con la camiseta que lo formó. Deseo que destacó aún más tras la caída del domingo y que lo enfrascó en una dura disputa con el conjunto laico. “Siempre ha sido más importante ese compromiso (contra Trinidense) que este partido, porque eso nos va a llevar a la fase de grupos de la Libertadores, donde queremos devolver a Colo Colo a lo más alto del concierto internacional”, mencionó apenas terminó el choque del fin de semana.
Sin embargo, aunque no lo reconoce públicamente, Vidal también quiere tapar bocas a quienes lo tratan de “mufa” y seguir acrecentando la leyenda que escribió en Europa. “Mufa es como mala suerte dicen y me dicen a mí, algunos, los chunchos, porque dije que les íbamos a ganar, pero ellos nacieron con mufa, no han salido campeón nunca”, le explicó a su hija en una transmisión de Instagram.
Por último, Alfredo Stöhwing sabe que su liderazgo depende mucho de lo que pase la noche de este miércoles. La junta anual de accionistas que se realizará en abril no será la misma si están dentro o fuera de la Libertadores y aunque no se descarta un nuevo intento de Aníbal Mosa de volver a la testera, el abogado tendría más chances de ser reelegido si Colo Colo elimina al colista del fútbol guaraní.
De lo contrario, Mosa y compañía podrían sacarle en cara que dejó escapar el título de la temporada pasada y que su mala relación con las autoridades, hacen que el cuadro del Cacique no pueda llenar su recinto deportivo en los partidos de mayor importancia.
Además, el mandamás de Blanco y Negro se la jugó toda por la llegada de Almirón, al cual catalogó como “uno de los mejores entrenadores que llegan en la historia de este club” y le entregó la confianza para el proyecto centenario que pretende pelear y no competir la Libertadores cuando Colo Colo cumpla cien años el 19 de abril de 2025.
Idea que puede quedar en el olvido si Trinidense da la sorpresa en Macul, pues Almirón ya perdería la confianza de gran parte del directorio y el bloque de Mosa recobraría fuerzas para derribar al representante de Gabriel Ruiz-Tagle del cargo más alto de la compañía.