Un renacer de peso
Alejandro Tabilo llegó a pesar 100 kilos, luego bajó a 65. Su cuerpo técnico no lo dejó jugar hasta recuperar masa muscular y llegar a los 73. Hoy va por su tercer título.
Alejandro Tabilo está jugando el mejor tenis de su carrera, luego de haber pasado por momentos complejos. Ayer se instaló en la final del Futuro República Dominicana 3, completando nueve victorias consecutivas. Detrás de esta campaña, eso sí, hay una historia de mucha superación.
Nacido en Toronto hace 21 años, el zurdo siempre estuvo vinculado con Chile, ya que su padre tenía un grupo folclórico y los ensayos se realizaban en la casa familiar. A temprana edad llamó la atención por su juego, lo que le valió estar becado durante cuatro años en la Academia de Nick Bollettieri, donde también completó sus estudios. Decidió jugar por Chile en 2016. Justamente, en septiembre de ese año enfrentó a Nicolás Jarry en un Futuro en Canadá. Su padre le lanzó un desafío: si vencía al actual número 43 del mundo, tendría la autorización para defender a la patria de sus ancestros. Y así fue, derrotó con claridad al nieto de Jaime Fillol.
Ya como chileno, irrumpió en el Futuro 6, que se disputó en el Club Santiago. Contra todo pronóstico, el zurdo se quedó con el título, mostrando interesantes condiciones. Eso sí, el comentario generalizado era que si quería llegar lejos, debía bajar de peso. Con 1,93 metros de estatura, bordeaba los 100 kilos.
Los años siguientes no fueron del todo felices. Algunos buenos resultados esporádicos y una nominación a la serie de Copa Davis frente a Argentina en abril pasado fueron parte de este periodo. Sin embargo, no se consolidaba. Paralelamente tuvo una pérdida muy brusca de peso. Demasiado brusca. "Con Tabilo empezamos en los Odesur. Él llegó con bastante desconfianza en su tenis y también con una baja de peso importante. Llegó pesando 65 kilos, cuando mide 1,93. Decidimos con todo el cuerpo técnico pararlo casi tres meses hasta la segunda semana de septiembre. Detuvimos el entrenamiento de tenis y lo hicimos engordar y que comiera más. Nos fue bien en ese momento, porque subió ocho kilos en un mes y medio. Y cuando empezó a entrenar de nuevo, para grata sorpresa de nosotros, le fue increíble. Sabemos que juega muy bien", dice Guillermo Gómez, su técnico.
La extrema delgadez generó muchísima preocupación en el nuevo cuerpo técnico. "Le hicimos todos los exámenes habidos y por haber. Incluso, también vimos la parte psiquiátrica y psicológica. Queríamos descartar cualquier cosa. Él tomó la decisión de comer menos y dejar los carbohidratos, y eso se descontroló. Hoy gracias a Carlos Burgos (ex PF de Fernando González), Meds, Marcelo Clavero e Ignacio Jojot, quien ha hecho un sacrificio enorme, él ha mejorado bastante", señala el también entrenador de Tomás Barrios y Gonzalo Lama.
"Tenía muy poca masa muscular, necesitaba alimentación y suplementos. Mientras no estuviera con una masa magra aceptable para el alto rendimiento no podíamos dejarlo competir", complementa el PF Clavero.
Tabilo cuenta por qué decidió perder peso: "La verdad es que tuve una molestia lumbar en un torneo en Túnez y al bajar de peso, se pasó el dolor, pero se me pasó la mano. Pero al entrar en la academia Alto Tenis me hicieron una evaluación médica y nutricional y comenzó el proceso".
Pero además de ordenar su físico, el tenista nacional también decidió instalarse en el país, en un proceso que él describe como "muy intenso pero a la vez lleno de cambios". "En primer lugar tomar la decisión de mudarme a Chile y trabajar con el equipo de Guillermo, que ya los conocía en los torneos y no estaba equivocado. Son profesionales cien por ciento y apasionados en este cuento. También el apoyo de nuestro capitán Nicolás Massú, quien me invitó al equipo nacional Copa Davis. Un sueño. También están Yogurt de Mora y Julio y Patricia, que me recibieron como uno más de la familia. Además, el cambio tenístico ha sido real e importante. Y voy por más", agrega.
Gómez explica que la función que él y su equipo han cumplido con Tabilo va más allá de lo relacionado con la raqueta: "Más que hacer un trabajo psicológico, estamos haciendo algo que le permita a él tener un poco más de raíces acá, con un cuerpo técnico estable. La idea es que tenga ese sustento detrás que antes sentíamos que no tenía. Con eso ha ido mejorando mucho".
Su padre, Ricardo, no esconde su alegría por la transformación que tuvo su hijo en esta temporada: "Nosotros estamos felices, porque está volviendo a lo animal que era mentalmente cuando era junior. Está jugando increíble".
En la jornada de hoy, el jugador nacional buscará el tercer título de su carrera y el segundo consecutivo. Para ello tendrá que derrotar al local Nick Hardt.
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