Un sistema de juego claro y eficacia ofensiva, aunque menor posesión: las claves tácticas que deja el debut de Gareca en la Roja
Pasaron los amistosos ante Albania y Francia, que marcaron el arranque de la etapa del Tigre en la selección chilena. En general, quedan buenas sensaciones porque se evidenció un paso adelante. El DT confió en la misma oncena para los dos juegos (el gran relegado fue Brayan Cortés), registró menor posesión de balón que sus rivales y se mejoró notoriamente la escasa cuota de gol que se traía.
Ya es parte de los libros el inicio de la era de Ricardo Gareca al mando de la selección chilena. Después de periodos con más frustraciones que alegrías y más dudas que certezas, el entrenador argentino comenzó su labor en la Roja con una victoria y una derrota. Albania y Francia fueron los examinadores del conjunto nacional, que tiene en el horizonte un par de objetivos relevantes: la Copa América de Estados Unidos y, sobre todo, las Eliminatorias para la Copa del Mundo 2026, que se reanudarán en septiembre. En la lista de prioridades del Tigre, esta es la número uno.
Es hora del balance que arroja la primera gira europea del ex DT de Perú con el buzo de Chile. En lo general, lo exhibido por el seleccionado da buenas sensaciones y pone un halo de optimismo de cara al futuro, lo que se contrapone con lo exhibido con los anteriores tres entrenadores (Rueda, Lasarte y Berizzo), lo que nunca cuajó y terminó por abortar sus respectivos proyectos, porque los resultados no llegaron y el juego no convenció.
“Nos vamos satisfechos, con conclusiones bastante positivas”, declaró Gareca tras el juego ante los galos. De lo general a lo particular, hay varios tópicos que deja el análisis de los primeros partidos del Equipo de Todos con la mano del transandino.
Lo primero es que, tal como se preveía, el dibujo táctico que hizo preferentemente en Perú lo replicó en Chile: 4-2-3-1. Los matices del juego le daban movimiento a esta estructura, como por ejemplo pasar a dos líneas de cuatro en defensa cuando el rival avanzaba. Ligado a esto, el DT repitió en los dos partidos la misma oncena titular. Vale decir: Bravo en el arco; Isla, Lichnovsky, Díaz y Suazo en la defensa; Echeverría y Núñez en el medio; Osorio, Alexis y Dávila más adelante; y Vargas como la referencia ofensiva. Este equipo tiene un promedio de edad de 29,7 años. Con posterioridad, el DT deberá determinar qué sucederá con jugadores como Maripán, Valdés, Aránguiz, Vidal o Medel.
Los dos partidos ante rivales europeos, de distinto linaje pero igualmente exigentes, permitió que la Selección recuperara su competitividad, aspecto clave del que carecía hace por lo menos un lustro (o más). Mezclando valores nuevos con la confianza en la “vieja guardia” permitió que la Roja mostrara una mejor cara. “No le quiero dar ningún sello a la Selección, lo que más me interesa es que respete su historia. El jugador chileno tiene técnica, agresividad, entrega. Queremos continuar con algo que tiene que continuar con su historia”, dijo Gareca el martes, post Francia.
Datos y nombres propios
Yendo a los datos de los dos amistosos (de Sofascore), Chile tuvo un buen manejo del balón y juego asociativo, aunque las cifras no terminaron indicando una posesión superior al rival. Ante Albania, la tenencia fue del 45%, mientras que frente a Francia fue del 41%. El lapso con mayor posesión en los dos partidos fue el primer tiempo contra los albaneses: 54%. El juego asociativo recién mencionado se concatena con la efectividad en los pases que registró el equipo: 87% en el primer juego (de un total de 490) y 90% en el segundo (en 450). Si ante las Águilas el conjunto nacional tuvo 39 duelos ganados, frente a Les Bleus contó con 32.
Uno de los tantos aspectos que tenía que mejorar la Selección era el gol. Y en eso se mejoró. Cinco goles en dos partidos sumó la Roja, en un ítem que estaba completamente en deuda. Para compararlo, Chile llegó a esta fecha FIFA con tres encuentros sin convertir, los tres últimos de 2023: ante Venezuela, Paraguay y Ecuador, todos por las Eliminatorias. Entre medio se acabó la era Berizzo. Los datos también reflejan la eficacia: de ocho remates a portería que sumó la Selección en estos juegos, cinco acabaron en goles (el 62,5%).
Indefectiblemente el balance también tiene relación con el desempeño de los jugadores. Varios aprobaron la prueba y respondieron a la confianza. Uno es Darío Osorio, el más joven de la alineación titular. La apuesta en el volante del Midtjylland resultó, tanto así que coronó aquello con su primer gol en la Roja adulta. También suma bonos Marcelino Núñez, de gran partido en Marsella. Haciendo un paralelismo con el Gareca de Perú, el ex UC hace de Yoshimar Yotún, un mediocampista más mixto y de buen pie, teniendo al lado a un volante más posicional como Rodrigo Echeverría (como Renato Tapia). Por cierto, están los casos de Mauricio Isla y Eduardo Vargas, que no jugaban en la Roja desde 2022, volvieron y respondieron, entrando en el radar nuevamente.
Por contraparte, también hay elementos que generan interrogantes porque no participaron de los amistosos. El caso más notorio es Brayan Cortés, quien fue el 1 elegido por Berizzo para las Clasificatorias y para los Juegos Panamericanos. La vuelta de Claudio Bravo relegó al meta de Colo Colo.
“Tenemos que seguir acentuando una idea de juego. En el balance hicimos cinco goles, recibimos tres. Siempre tenemos cosas que mejorar. Es un comienzo donde rápidamente tenemos que dar respuesta como cuerpo técnico para que los jugadores puedan interpretar el mensaje lo más rápido posible y nosotros poder detectar a los muchachos que puedan afianzarse más en la Selección”, sentenció Ricardo Gareca el martes, tras el segundo partido del incipiente camino que tiene al mando de la Roja. Al menos hay sensaciones positivas.
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