Un triplete para el recuerdo
El capitán portugués comienza con todo su cuarta Copa del Mundo, su última chance de gloria. En el mismo día, se declara culpable por delitos fiscales en España.
Como suele suceder, los flashes van hacia él, una de las figuras omnipotentes de la Copa del Mundo. Rusia 2018 es la última oportunidad para que Cristiano Ronaldo aspire a la gloria, con 33 años. Reconvertido en un finalizador de jugadas, porque ya no tiene la explosión de antaño, es la piedra angular de la esperanza portuguesa. Y cumplió con las expectativas de sobremanera, con un triplete para el recuerdo.
El futbolista, aún del Real Madrid, ayer fue noticia desde temprano, por situaciones extradeportivas. Desde España se conoció que alcanzó un acuerdo verbal con la Fiscalía de Madrid por el que se declara culpable de cuatro delitos fiscales y acepta una pena de dos años de cárcel y el pago de una multa de 18,8 millones de euros (casi US$ 22 millones). Según informó la Agencia Efe, CR7 presentó hace semanas una propuesta a la Fiscalía, que respondió con una contrapropuesta, que finalmente fue aceptada por los abogados del luso. De todas formas, el acuerdo está pendiente a la aprobación de la Agencia Tributaria, que fue el órgano denunciante del portugués. No obstante la defensa confía en que la condena penal se reemplace por otra multa.
En lo netamente futbolístico, el capitán del monarca europeo salió a la cancha de Sochi en su cuarta Copa del Mundo. En 13 partidos anteriores en Mundiales había anotado apenas tres goles, pero le bastaron 90 minutos para duplicar el registro.
Comenzó como la referencia de área, apoyado por Gonçalo Guedes arriba. Se abrió para los costados, le reclamó al árbitro la amonestación a Bruno Fernandes y también entró en una laguna cuando España se adueñó del balón.
Esta Portugal no depende exclusivamente de Cristiano, a diferencia de planteles anteriores, no obstante su impacto sigue siendo determinante. Es cosa de revisar lo de ayer. Primero, se fabricó el penal por una falta de Nacho. Luego, puso el 2-1 con un zurdazo bajo, ayudado por la floja respuesta de De Gea. Para el final, la guinda del postre: un tiro libre que dejó clavado al golero hispano para sentenciar el partidazo. Concluido el cotejo, le dio la mano a todos sus compañeros.
Es el tercer portugués en marcar un triplete en un partido mundialista, tras Eusebio en 1966 y Pauleta en 2002. Además, se unió a la lista de jugadores en anotar en cuatro Mundiales, junto a Pelé, Uwe Seeler y Miroslav Klose. "Al final parecía que perdíamos pero pudimos empatar. No somos los favoritos, pero vamos a hacer lo posible", declaró CR7, ese mismo que sigue pulverizando marcas.
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