“Cuando completemos el plantel, ahí seré total responsable como lo hice en la temporada anterior y salvamos al equipo del descenso. Ahora voy a ser responsable cuando completemos el plantel y tengamos al equipo competitivo, antes no”. Con estas palabras, Gustavo Quinteros manifestó su disconformidad por la demora en la llegada de un zaguero central para reemplazar a Julio Barroso.
La demora en la llegada de Fabricio Formiliano, escogido por el DT como el reemplazo del Almirante, colmó su paciencia. El estratega pidió hace más de un mes al central uruguayo, tal como lo había adelantado eldeportivo, pero la excesiva dilatación de las conversaciones generó molestia. Sin embargo, tras la dura conferencia del exseleccionador boliviano, las gestiones se agilizaron y el charrúa será nuevo refuerzo de Colo Colo, según confirman desde la mesa de ByN.
La fórmula elegida para su fichaje es un préstamo con una opción de compra, lo que se enmarca dentro del presupuesto que había fijado la concesionaria: no gastar más allá de US$ 500 mil. También recibirá un incremento del 15% de lo que ganaba en Peñarol. Además, se cubre un puesto esencial para el esquema albo, sobre todo por la prolongada ausencia del suspendido Maximiliano Falcón y la lesión de Matías Zaldivia, quien todavía no está en condiciones de retornar.
Formiliano, en tanto, jugó hoy en la victoria 0-2 de Peñarol sobre Progreso y también debiese ser de la partido en el encuentro de los carboneros frente a Fénix, que pondrá fin a su participación en el Torneo Uruguayo, por lo que la llegada del zaguero se proyecta para el martes, pues debe formalizar su salida. Eso sí, deberá completar la cuarentena correspondiente y las medidas sanitarias que establece el Ministerio de Salud.
Con la llegada del central, ahora los esfuerzos se centrarán en cumplirle el deseo a Quinteros de fichar a un delantero, ya que Nicolás Blandi definitivamente no cuenta con el apoyo del adiestrador.