La experiencia de la selección chilena en la Copa América de Estados Unidos 2024 fue breve y frustrante, al despedirse en la fase grupal. Sin embargo, algunos rendimientos individuales respondieron de manera positiva y supieron destacar. Uno de ellos fue Claudio Bravo. El portero oriundo de Viluco, con 41 años, se erigió nuevamente en el 1 titular de la Roja con el arribo de Ricardo Gareca, tras estar fuera en la era de Eduardo Berizzo.
Por lo mismo, su retiro no dejó a nadie indiferente. Para muchos, el guardameta pudo haber extendido su carrera por un par de temporadas. Sin embargo, a través de un comunicado en las redes sociales, el nacido en Viluco anunció que dejaría el fútbol profesional. “Voy a dejar el fútbol profesional, es una decisión acertada, meditada, conversada a nivel familiar”, comenzó la alocución del oriundo de Viluco.
En el mismo mensaje agregó que “es un momento de cerrar un ciclo importante en mi vida. Comenzar otra etapa familiar que será igual de exitosa que esta etapa que me brindó tantas satisfacciones (...) Me gustaría agradecer a la parte fundamental de mi vida, al motor de lo que ha significado mi carrera durante estos más de 23 años ligados al fútbol profesional. Agradecer a mis padres que son mis hermanos, que es mi esposa Carla, mis cuatro hijos, que hemos tenido la posibilidad de crecer juntos en esta carrera y aventura maravillosa de la vida”, complementó.
En su extenso camino por el fútbol profesional, la Roja es una parte fundamental en la historia del golero nacido en la cantera de Colo Colo. Precisamente, la fecha es especial para Bravo porque está cumpliendo dos décadas en el arco de la Selección. Hace 20 años, sucedió el debut del jugador en el cuadro adulto de Chile, que significó el inicio de una ruta que lo catapultó a ser una de las piedras basales de la Generación Dorada.
El 11 de julio de 2004, Claudio Bravo se estrenó con la Roja. Fue precisamente en el marco de la Copa América (en Perú), en un duelo que terminó empatado 1-1 con Paraguay en el Estadio Monumental de la UNSA, en Arequipa, por la segunda jornada de la fase grupal. Aquella selección la dirigía Juvenal Olmos y tenía como norte la clasificación al Mundial de Alemania 2006, lo que no sucedió. Además de Bravo, el otro arquero del equipo era Alex Varas, quien estaba en Wanderers. Chile quedaría eliminado en la primera ronda, lo que se repitió 20 años después en Norteamérica.
Con 21 años, dos meses y 28 días, Claudio Bravo tuvo su primera vez en el combinado absoluto. Ya desde 2005 tendría una participación más estable en la Roja y comenzará a sumar hitos en su trayectoria. El 8 de octubre del 2005 debutó en las Eliminatorias, ante Colombia en Barranquilla, en una igualdad 1-1. Dos años después, asumió la capitanía del seleccionado. El 7 de septiembre de 2007, en el estreno de Marcelo Bielsa como entrenador, Bravo se hizo dueño de la jineta, en el amistoso ante Suiza.
Luego de dos décadas, marcó un récord de longevidad en la actual Copa América. En el primer partido de Chile, contra Perú, se convirtió en el futbolista de más edad en jugar un partido en la competición, que data desde 1916. Jugó con 41 años y 69 días. Superó la marca del argentino nacionalizado boliviano Carlos Trucco, quien jugó con 39 años, 10 meses y 18 días en la final de la edición 1997, en la derrota de la Verde ante Brasil.
Bravo, en cuyo horizonte deportivo asoma la Major League Soccer de Estados Unidos, suma 150 presencias con la selección nacional, en los cuales jugó los 90′ en 143 y 149 fueron como titular. La experiencia del meta bicampeón de América (levantó el trofeo continental en 2015 y 2016) con Chile se desglosa de la siguiente manera: 63 partidos de Eliminatorias, 49 amistosos clase A, 27 en la Copa América, ocho en Copas del Mundo y tres en la Copa Confederaciones.
Con 150 partidos, el portero es el tercer jugador con más partidos en la selección chilena. Se ubica detrás de Alexis Sánchez (166) y Gary Medel (161). Es uno de los nueve futbolistas que han superado la barrera de las 100 presencias con la Roja.