Una final acontecida corona a la Scaloneta: Argentina baja de la nube a Colombia y es el más ganador de la Copa América

Y se terminó la Copa América 2024. La de las innumerables críticas a la Conmebol y la de las canchas deficientes. La de las inmensas dudas sobre el trabajo de los árbitros y el VAR. Esa misma que se pudo ver poco y nada en televisión abierta, pegándole directamente a los hinchas. Se terminó la Copa América que fue alimentando cada vez más la percepción de predilección hacia uno (el campeón del mundo); la que empezó con una inexplicable prédica religiosa en medio de la ceremonia inaugural y que concluyó con serios incidentes en las afueras del estadio, que obligaron a retrasar el inicio de la final entre Argentina y Colombia.

Pese a esta ensalada con numerosos y pesados ingredientes, se coronó a un campeón y es Argentina. En el imponente Hard Rock Stadium de Miami, los transandinos se quedaron con la edición 48° del torneo continental imponiéndose a los cafetaleros en la prórroga por 1-0. El premio mayor se lo llevó la Albiceleste, el gran favorito.

Fue el fin de una de las Copas América más polémicas de este siglo, cuyo partido definitorio arrancó con un retraso de una hora y 22 minutos. El kick off estaba previsto para las 20.00 horas, sin embargo el escándalo sucedido en el exterior del recinto, fundamentalmente por hinchas que intentaban ingresar sin entrada, obligó a una tensa y larga espera, hasta que finalmente se dieron las condiciones para desarrollar el choque entre los campeones del mundo y el cuadro con mejor estado de forma en Sudamérica.

Más allá de disputar un nuevo título, para Argentina era especial por la despedida de Ángel Di María. El Fideo (clave en las recientes finales ganadas) se retira de la selección y lo quería hacer con una copa entre los brazos. Arrancó cargado a la derecha en la línea de volantes dispuesta por Lionel Scaloni, aunque después pasó a la izquierda, ante el devenir del partido. Mientras que Colombia mantenía la base que le dio excelentes resultados en Estados Unidos, salvo por la baja obligada del lateral derecho Daniel Muñoz. Lo reemplazó Santiago Arias.

En líneas generales, se trató de un duelo áspero, tenso, de dientes apretados. Cualquier error podía costar caro, ante un choque de fuerzas parejas. El arranque colombiano fue interesante, con posesión y profundidad. El fornido Jhon Córdoba tuvo una opción clara en los 6′, pero su remate besó un poste. La libertad de James Rodríguez, como enlace, era vital para los caribeños. Mientras tanto, Luis Díaz se cargaba en la izquierda, en el duelo con Montiel. Ya sea por la refriega como por la intensidad, era el escollo más duro para los transandinos a lo largo de la Copa. En un primer tiempo donde Colombia tuvo más la pelota que Argentina (52%), el ‘Dibu’ Martínez tuvo más trabajo que Camilo Vargas, su colega al otro lado de la cancha.

El dueño de la atención y de los focos era Lionel Messi. Más en Miami, su casa. Y no tuvo una buena final. En rigor, no tuvo una buena Copa, más allá del resultado final. Era la figura omnipresente de la versión 2024, aunque su presencia en la final fue accidentada. En el primer tiempo quedó muy resentido en el tobillo derecho tras una entrada, fuera del campo, de Santiago Arias. Se pensó que saldría en el entretiempo, pero volvió al juego. Pasada la hora de partido, el astro del Inter Miami tropezó con la cancha, que terminó sacándolo. Salió visiblemente afectado. Llorando desconsolado, rememorando lo de la Centenario 2016 (también en Estados Unidos) en la final perdida con Chile.

La lesión de la Pulga remeció un segundo tiempo con menos ritmo y menos claridades en los equipos. El panorama mostraba un alargue clavado. Colombia recurría demasiado en pasarle el balón a James para que distribuyera, y repitió la cesión hacia la izquierda para la pasada de Mojica. Una herramienta que tiene carburada la escuadra de Lorenzo y que no la podía aprovechar era la pelota detenida. Golpe de James y alguno de sus compañeros ganaban por arriba, sin direccionar eficazmente hacia el arco. Los de camiseta amarilla se fueron cansando y Argentina apretó en el epílogo. El cero no se movió y se fueron al alargue.

Con más espacios, el duelo se revitalizó. Los cambios brindaron frescura (Juanfer Quintero reemplazó a James). Podía pasar cualquier cosa. Aunque la proximidad de los penales le daban un plus a los argentinos, por la experiencia en estas lides y el factor ‘Dibu’ Martínez bajo los palos. Llegar a la tanda no era el mejor negocio para Lorenzo y compañía.

En un partido tan nervioso y apretado, el más mínimo detalle puede inclinar la balanza. Y la eficacia es fundamental. Lautaro Martínez, el goleador argentino que es suplente de Álvarez, fue el héroe al convertir en el minuto 112. De frente al golero, tras pase de Lo Celso, saca un remate y hace delirar a los hinchas. Así se cerró todo. A bajar la persiana y que pase el tiempo.

Entonces, Argentina retiene la corona continental. Una nueva consagración para la generación liderada por Lionel Scaloni. Al conseguir la decimosexta estrella, se erige como el más ganador en la historia de la Copa América, superando las 15 de Uruguay (el podio lo cierra Brasil, con nueve). De paso, acabaron con el invicto colombiano, que se estacionó en los 28 partidos. ¿Cuál había sido el último en derrotarlos? Sí, Argentina, que sigue mandando en este lado del mundo.

Argentina 1: E. Martínez; G. Montiel (72′, N. Molina), C. Romero, Lisandro Martínez, N. Tagliafico; A. Di María (116′, N. Otamendi), R. De Paul, E. Fernández (96′, G. Lo Celso), A. Mac Allister (96′, L. Paredes); L. Messi (66′, N. González) y J. Álvarez (96′, Lautaro Martínez). DT: L. Scaloni.

Colombia 0: C. Vargas; S. Arias, D. Sánchez, C. Cuesta, J. Mojica; R. Ríos (88′, K. Castaño), J. Lerma (106′, M. Uribe), J. Arias (106′, J. Carrascal); J. Rodríguez (91′, J. F. Quintero); L. Díaz (106′, M. Borja) y J. Córdoba (89′, R. S. Borré). DT: N. Lorenzo.

Goles: 1-0, 112′, Lautaro Martínez, define tras asistencia de Lo Celso.

Árbitro: R. Claus (BRA). Amonestó a Mac Allister (A); Córdoba, Borja (C).

Hard Rock Stadium, Miami. Asistieron 65 mil personas, aprox.