"Es una forma ridícula de hacer un torneo"
Los clubes que parten más complicados con el descenso estallan con la fórmula para calcular el coeficiente que determinará la pérdida de categoría a fines de 2020.
Hace una semana, el Consejo de Presidentes de la ANFP aprobó la fórmula para definir los descensos. Al término de la temporada 2020, tres equipos perderán la categoría. Se irán a la Primera B el colista de la tabla anual y el que ocupe el último puesto en la de coeficientes, que considerará también al inconcluso torneo de 2019. El tercer condenado será el perdedor del partido que disputarán los penúltimos de ambas tablas.
La discusión se centra en el cálculo del coeficiente: se les asigna un 60 por ciento de valoración a las unidades obtenidas este año y un 40 por ciento a las que se sumen en 2020. En ambos casos, se dividirá el puntaje por la cantidad de partidos disputados y ese resultado se multiplicará por el porcentaje correspondiente a cada temporada. Los ascendidos (Santiago Wanderers y el ganador de la definición entre La Serena y el equipo que imponga en la liguilla) no estarán afectos.
El sistema desata una guerra. Quienes alzan la voz son los clubes que terminaron en las posiciones más desmejoradas. Iquique es el más drástico. "Es una fórmula ridícula de hacer un torneo. Esto lo único a lo que llama es a que el torneo sea cada vez más mediocre. Ninguna competencia del mundo tiene un torneo que vale un porcentaje, y otro que tiene otro valor. Enreda a los hinchas, a los dirigentes, a todos", afirma su presidente, Cesare Rossi. "El fútbol es para la gente y hay que hacerlo simple. Los clubes que quedaron de la mitad hacia arriba se están asegurando de no descender y nos están cargando la mochila al resto. Esto va a llamar a la mediocridad porque solo los equipos que estamos abajo nos vamos a reforzar", dice.
Antofagasta es otro de los clubes que integra la resistencia. "La mayoría no está muy de acuerdo. Sobre todo los que terminamos entre los seis de más abajo. Para eso está la tabla de coeficiente de rendimiento, que era lo que habíamos acordado y lo que presentó el directorio", enfatiza su timonel, Jorge Sánchez.
El dirigente se muestra sorprendido por la forma en que se resolvió una materia trascendente. "Se cambió en un minuto, a medianoche, en un Consejo que terminó a las 2 de la mañana. No es normal. A esa hora, nadie se fijó en los efectos que produciría la decisión", sostiene. Sánchez se había retirado de la sesión por motivos personales. Ahora se cuestiona. "Este sistema hace todo complejo para algunos clubes y, para otros, prácticamente les elimina la posibilidad de descender. Me tuve que ir, pero ya llevaba 12 horas en el Consejo, al que llegué enfermo. Nadie pensó, y yo tampoco, que se iba a prolongar más allá de las 20 horas. Y las bases de los campeonatos, históricamente, nunca se han discutido después de esa hora".
Los clubes que se sienten afectados se coordinan para intentar llevar una postura común al próximo Consejo. "Estamos haciendo gestiones para ver si podemos revisar esta decisión", dice Sánchez. "Hemos conversado. Me imagino que la U también debe tener su opinión", sostiene.
Demasiado largo
Universidad de Concepción tampoco participó en la votación. "Fue demasiado largo (el Consejo) y nuestro gerente tuvo que regresar, porque tenía los pasajes para ese día. Fuimos al menos cinco equipos los que estábamos en la misma situación. Si no votamos, tendríamos que acatar. Sin embargo, si bien no hemos conversado con el resto de los equipos, podríamos analizar la posibilidad de sentarnos a analizar qué se decidió", explica Mario Parada, presidente de la rama de fútbol de los auricielos.
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