Universidad de Chile está en los cuartos de final de la Copa de Chile. Una genialidad de Darío Osorio permitió al equipo santiaguino un angustioso triunfo por la cuenta mínima que deja el marcador global de 2-1 sobre un incansable Cobresal. En la próxima ronda, la U se medirá a Universidad Católica, que espera definir el final de su duelo ante Audax Italiano, que se suspendió por la invasión de los fanáticos en la despedida de San Carlos.

Porque los azules tuvieron un comienzo auspicioso en Playa Ancha. Si bien la pelota no pasaba por el mediocampo azul, lo cierto es que el técnico Diego López intentó entregar al equipo un juego más vertical que, poco a poco, le dio más efectividad al equipo.

Pero el cuadro santiaguino tuvo la fortuna de la que careció en otras ocasiones. A los 8 minutos, Cristian Palacios quedó solo en el área chica, aunque la pelota nunca le quedó de manera clara para rematar la primera cifra.

Fue el aviso de lo que ocurría un par de minutos más tarde. Como se ha vuelto una costumbre en el proceso del técnico uruguayo, otra vez fue Osorio quien salió al rescate de su equipo. El reloj no llegaba a los 10 minutos, cuando el jugador de 18 años clavó un derechazo al ángulo desde unos lejanos 25 metros, para la apertura del marcador.

Una conquista que no hizo más que refrendar la postura de ambos equipos. Los dirigidos del uruguayo siempre en busca de pelotazos largos para romper líneas, mientras el equipo de El Salvador tenía la pelota, pero a ratos carecía de la profundidad necesaria para inquietar al meta universitario Cristóbal Campos.

A los 18 minutos, César Munder probó los guantes del arquero universitario, aunque su tiro salió con muy poca potencia. Entonces, el cuadro cobresalino pobló el mediocampo y ganó los duelos. Sebastián Silva y Francisco Valdés comenzaron a ganar la pelea en el medio a Felipe Seymour y Renato Cordero, mientras el ex colocolino Juan Carlos Gaete empezó a abrir la cancha por la franja derecha.

El cuarto de hora final de la primera parte regaló claras opciones de mover el marcador. Por el lado del visitante, un cabezazo de Francisco Alarcón, primero, y un disparo de larga distancia, luego, del mismo jugador inquietaron un par de veces al arco del local. A nueve del final, un remate de Mauro González que se fue pifiado fue la constatación del alza del juego de los dirigidos de Gustavo Huerta.

Sin embargo, en el final del primero lapso, Junio Fernandes tuvo la oportunidad más clara. El exjugador de Bayer Leverkusen recibió en la esquina, enganchó hacia el medio, pero su derechazo se fue a centímetros del ángulo izquierdo del arquero nortino Leandro Requena.

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En el segundo tiempo, el entrenador visitante se vio obligado a mover las piezas para, al menos, empatar el partido. El ingreso de Óscar Salinas le dio más volumen al cuadro cuprífero, sobre todo en el tándem que realizó con Gaete. Este último fue quien tuvo la opción de empatar a los 53 minutos, pero su remate cruzado se fue lejos. En la jugada siguiente, el mismo ex Santa Cruz desbordó de buena manera, pero Salinas no llegó a finiquitar pese a su vistosa palomita.

Entonces, López se decidió por fin a renovar su planteamiento. El ingreso de Jeisson Vargas y Luis Felipe Gallegos, pretendieron entregar un poco más de fútbol en el medio campo. Un planteamiento que funcionó a medias, más por los espacios que dejó el visitante en busca del empate, que por una virtud de los jugadores universitarios.

Así también ocurrió con los ingresos de Lucas Assadi y Ronnie Fernández en el cuadro de la U. Con un Cobresal más abierto, la tendencia de los santiaguinos era clara: buscar la rapidez de sus hombres en punta con el contragolpe. Una situación que tampoco funcionó a cabalidad.

Porque Cobresal estuvo mucho más cerca de la igualdad. Un tiro de esquina de Nelson Sepúlveda casi se cuela como gol olímpico, si no fuera por la excelente reacción de Campos. Aunque la más clara la tuvo el juvenil salvadoreño Benjamín Osses, quien quedó solo ante el golero universitario, quien estuvo notable para repeler la acción.

Fueron los últimos intentos, porque el elenco de López supo mantener su valla invicta y salió ileso ante la insistencia de los nortinos. Al final, consiguió un 1-0 que, si bien no fue merecido, es al aliciente necesario para enfrentar un próximo duelo clave en el campeonato nacional: el clásico universitario ante la UC.

El Deportivo