Una herencia fructífera: los padres que marcaron el camino deportivo de sus hijos
Varios padres han sabido traspasar su legado a su descendencia, quienes continuaron por la misma ruta profesional. Aquí un repaso por los casos más destacados del país.
Leonel Herrera vio a su hijo cumplir un sueño frustrado
Leonel Herrera Rojas (1948) fue un destacado futbolista en la época de los 70′. El defensor debutó por Colo Colo y fue parte del recordado plantel de 1973, que llegó a la final de la Copa Libertadores de aquel año. Los albos sucumbieron ante Independiente en la final, tras perder por 2-1 en el tercer encuentro (desempate). En ese entonces Leonel tenía un hijo de dos años, a quien heredó su nombre. Dos años después de su retiro (1987), Leonel hijo debutó por el Cacique. En 1991 llegó el día de gloria para la familia, cuando el equipo de Macul superó por 3-0 a Olimpia en la final de América disputada en el estadio Monumental. Herrera marcó el tercer tanto para el el triunfo y hoy el arco norte de la cancha de Pedreros lleva su nombre. El hijo finalmente completó el sueño de su padre.
El clan Galdames: la sangre que tomó tintes internacionales
Pablo, Thomas y Benjamín Galdames crecieron observando la carrera futbolística de su padre. Pablo Galdames (45 años) fue un volante central que se destacó en clubes como Unión Española y la U. Hizo una extensa carrera por el resto de América: jugó por Cruz Azul, Veracruz, América de Cali, Racing de Avellaneda y Quilmes. En 2001 disputó con Cruz Azul la final de la Copa Libertadores, la que perdió ante Boca Juniors. Hoy sus tiene tres hijos futbolistas y de gran proyección profesional. Pablo (23) juega en Vélez Sarsfield, Thomas (21) en Unión Española al igual que Benjamín (18). Los dos mayores ya han sido convocados para divisiones menores de la Roja. Mientras que el mayor no se queda atrás, pero en el otro extremo del continente: en febrero fue nominado para la Selección Sub 20 de México. “A Benjamín se le cayeron las lágrimas con el llamado de México”, declaró Pablo a La Tercera.
Carlo de Gavardo y un legado inoxidable
El piloto Carlo de Gavardo (1969-2015) fue el primer chileno en subir al podio de la competencia motor más dura del mundo: el Rally Dakar. El deportista, quien siempre estuvo acompañado por su padre Giorgio, comenzó a competir de manera internacional en 1993. En 1996 fue el primer piloto nacional en disputar un Dakar en la categoría motos. No fue hasta 2001 cuando se metió de manera histórica en un podio, cuando alcanzó el tercer lugar. En 2006 logró el quinto lugar en el Rally Lisboa Dakar. Esas fueron las dos actuaciones más destacadas del deportista fallecido en 2015, las que han influenciado a su hijo Tomás (20) a seguir la misma ruta. El joven deportista ya tiene un título mundial en la Copa del Mundo de Bajas Cross Country Junior y se prepara para correr en 2022 el Rally Dakar. “Mi papá es un ejemplo y una motivación, pero no soy Carlo de Gavardo, soy Tomás. Hago esto porque me gusta. Tenemos carreras diferentes en épocas diferentes. Tengo asumido que toda mi vida me van a seguir preguntando por él, más si gano el Dakar y soy campeón mundial”, declaró Tomás a La Tercera a comienzos de año.
Gert Weil, el histórico lanzador de balas que inspiró a su hija
En los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 un chileno sorprendió en el lanzamiento de bala. El deportista Gert Weil no llegó al podio, pero sí alcanzó el sexto lugar en una de las pruebas de mayor competencia del certamen. Está casado con la colombiana Ximera Restrepo, quien obtuvo el bronce en los JJ.OO de Barcelona 1992 tras una gran actuación en los 400 metros planos. De esta relación nació Martina Weil, la joven promesa del atletismo nacional. La deportista ya batió el récord chileno en los 400 metros con una marca de 52′‘60, superando a María Fernanda Mackenna (53′‘13). Martina no solo se ocupa del deporte; estudia Ingeniería biomédica en la Universidad de Tennesse, Estados Unidos.
Coto Sierra y el hijo que se adelantó unos metros
Cuando José Luis Sierra pateó un tiro libre de manera magistral ante Camerún en el Mundial de Francia 98′, celebró apuntando al cielo, con el recuerdo de su padre fallecido, quien no lo pudo ver jugar. Suerte distinta tuvo el ídolo de Unión Española y Colo Colo. El centrocampista, de una reconocida carrera en el fútbol chileno (también jugó en Real Valladolid, Sao Paulo y Tigres de México) se caracterizó en el juego por su excelente pegada al balón. Su carrera no fue indiferente para su hijo José Luis Sierra Cabrera, quien también se inició profesionalmente en Unión Española, club donde debutó en 2014. El joven de 22 años también ha sido seleccionado nacional en la categoría Sub 20. A diferencia de su padre, se desempeña como delantero. Actualmente juega en la Serie C de Italia, defendiendo al AS Bisceglie.
La dinastía de los Rubio
El primero fue el arquero Ildefonso Rubio. Nació en 1939, cuatro años antes que su prima, la famosa cantante Cecilia la incomparable. Debutó en el fútbol profesional en 1961 con la camiseta de Rangers. Luego defendió a Lota Schwager y volvió al equipo talquino en 1976, para retirarse al año siguiente. A su hijo Hugo le heredó el fútbol, pero no la posición en la cancha. El Pájaro se desempeñó como delantero y tuvo una exitosa carrera a nivel nacional e internacional. Debutó en Rangers, como su padre. Luego destacó en Cobreloa, en la primera época dorada del club. Su buen rendimiento lo llevó al Málaga. Luego brilló en Colo Colo, donde fue multicampeón, Bologna, St Gallen y finalizó su carrera en Unión Española. Sus hijos siguieron la misma senda: Eduardo, Matías y Diego se han dedicado al fútbol. El más destacado ha sido el menor, Diego (27), quien ha sido seleccionado nacional y actualmente juega en el Colorado Rapids, de la MLS.
Juan Sánchez vio a su hijo convertir el césped en lona
Juan Sánchez era un boxeador a tiempo completo. Fue campeón chileno y subcampeón sudamericano en peso gallo y pluma. Su pequeño hijo, Leonel Sánchez, lo veía pelear y disfrutar de su disciplina. Juan no logró convencer a su hijo de ser boxeador, pero este igual se dedicó al deporte. Fue futbolista y brilló con una exitosa carrera en Chile. Leonel fue parte del Ballet Azul, la época dorada de la Universidad de Chile en la década de los 60′. Y también fue un goleador histórico de la Roja. Fue uno de los máximos anotadores del Mundial de 1962, con cuatro tantos. Fue en aquel certamen donde su historia profesional tuvo nexo con su padre. En el duelo entre Chile e Italia, denominado como la Batalla de Santiago, el italiano Mario David sacó de quicio al delantero nacional, quien le propinó un certero golpe en el rostro para dejarlo tendido en el suelo. Al parecer al árbitro le pareció justo, ya que no expulsó al chileno. “Sospechamos que pudo ser un gran boxeador, como su padre”, destacó la FIFA en el saludo del cumpleaños 84 del exjugador.
El legado defensivo de Ítalo Díaz
El exdefensor Ítalo Díaz comenzó su carrera profesional en 1992. La realizó exclusivamente en Chile, donde defendió a diez equipos. Su mejor época la vivió a comienzos de los años 2000. Disputó con Cobreloa la Copa Libertadores 2001, clasificando a cuartos de final. El mismo año fue nominado a la Roja por el entrenador Pedro García. El recuerdo de su único partido por la Selección es amargo: marcó un autogol ante Uruguay y Chile, que hizo su peor campaña en unas Eliminatorias, quedó sin posibilidades de clasificar a Corea-Japón 2002. Aun así logró traspasarles la pasión a sus hijos. El primero fue Pablo (25), defensor que actualmente milita en River Plate y es seleccionado nacional. Por otro lado, está Nicolás (21), quien es defensor en el Mazatlán FC (ex Monarcas), de la Liga Mexicana.
Luis Hernán Álvarez, el hombre récord que inspiró a un ídolo de la UC
Luis Hernán Álvarez fue un destacado futbolista en la década de los 60′. Capturó la atención de Colo Colo, equipo por el cual debutó profesionalmente en 1958. En el Torneo Nacional de 1963 consiguió su mejor marca, al obtener el título con Colo Colo y coronarse como máximo anotador histórico del campeonato, con 37 goles en 33 partidos. A pesar de su temprana muerte (a los 52 años en 1991), dos de sus hijos fueron futbolistas; Iván y Cristián. El primero fue delantero y segundo defensor. Cristián jugó gran parte de su carrera en Universidad Católica, donde es ídolo. Además de equipos como River Plate, Jaguares de Chiapas y Universitario de Deportes, entre otros. También fue seleccionado nacional en varias ocasiones.
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