Gustavo Quinteros estaba contento el miércoles. No solo porque Colo Colo había remontado para vencer a O’Higgins en Rancagua, sino porque ese mismo día le informaron al entrenador que por fin llegaría el ansiado 9: el argentino Facundo Ferreyra. El delantero argentino de 30 años, con un pasado europeo y un brillante paso por la liga ucraniana, había acordado su arribo por un año, a cambio de US$ 500 mil.

El jueves se avanzó en los contratos e, incluso, el ´transandino se comunicó con estratega albo para manifestarle su deseo de vestir la camiseta del Cacique, misma idea que le transmitió a la institución. Sin embargo, como si hubiese una maldición, todo se derrumbó esta mañana. El atacante comunicó a través de su representante que no iba a llegar por “problemas personales”.

En Macul, aparte de estar indignados, comentan que tanto el gerente deportivo Daniel Morón como el presidente Edmundo Valladares intentaron comunicarse con Ferreyra, quien convirtió 65 goles en 112 partidos con la camiseta del Shakhtar Donestk, pero no contestó más. De hecho, la dirigencia habló dos veces con él el día anterior y estaba todo en orden. Incluso, se enviaron los documentos y ambas partes revisaron todas las cláusulas, quedando de acuerdo, lo que quedó de manifiestó a través de un correo electrónico.

La negativa de Ferreyra dejó a Colo Colo y a Gustavo Quinteros en un muy mal pie a horas de que se cierre el libro de pases y sin que llegue ninguno de los dos refuerzos que el DT pidió, ya que Angelo Araos nunca mostró interés por llegar al Monumental, en una operación que contemplaba un préstamo por un año, a cambio de US$ 300 mil.

Esta es la tercera vez que al cuadro popular se le cae un refuerzo, después del uruguayo Fabricio Formiliano y el boliviano Marcelo Moreno Martins, donde pese a haber acuerdo con los jugadores, sus clubes lograron reternerlos.

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