Una línea y media para la invasión: el increíblemente exiguo informe de Julio Bascuñán por los graves incidentes en el duelo entre la U y la UC

Una línea y media. Esa es la extensión del informe que el juez Julio Bascuñán, quien dirigió el encuentro entre Universidad de Chile y Universidad Católica, remitió al Tribunal de Disciplina. La referencia parece demasiado exigua cuando os graves incidentes están a la vista: hubo invasión al campo de juego y agresiones en contra de los jugadores de ambas escuadras. El árbitro del encuentro, quien tenía en sus manos la posibilidad de analizar las imágenes para entregar un pormenorizado detalle que contribuyera a un pronunciamiento fundamentado por parte del Tribunal de Disciplina, se limita a un poco comprensible resumen.

“Al término del partido, un grupo indeterminado de hinchas entran al campo de juego teniendo que ser, jugadores como cuerpo arbitral, escoltados por guardias de seguridad”, consigna Bascuñán en relación a los excesos que fueron transmitidos a todos el país, y a los que recibieron la señal internacional, por TNT Sports y que, ciertamente, pudieron ser observados por los 25 mil asistentes al encuentro disputado en el Estadio Nacional, que marcó, precisamente, la reapertura del recinto.

La otra mención, de la misma extensión, dice relación con una situación que podría ser considerada anecdótica frente a los líos que Bascuñán obvió. “El portero de Universidad Católica, Sr Matías Dituro, no cumple con la indumentaria establecida previamente, saliendo al terreno de juego con medias rosadas y no blancas como estaba estipulado previamente”, consigna.

El documento no considera otro tipo de menciones a los organizadores del espectáculo ni a los múltiples problemas que se registraron durante el duelo, por lo que ahora será la Primera Sala, que preside Exequiel Segall, la que determine si actúa en base a los escuálidos antecedentes aportados por el juez, quien dispuso de varias horas para elaborar el informe, o si procede de oficio la hora de determinación sanciones. De acuerdo a lo establecido en la reglamentación que rige al Campeonato Nacional, los castigos pueden fluctuar entre fuertes multas al club organizador hasta la sanción a disputar partidos sin público, lo que supondría un grave perjuicio económico para los laicos, al margen de la imposibilidad de contar con un importante y notorio apoyo en los partidos en que se jugarán la categoría.