Una mañana al interior del VAR

"Todo chequeado, puedes reanudar", se oye al interior de una camioneta llena de cámaras y botones. Cualquiera podría pensar que esta instrucción es parte de un diálogo de la recordada serie de televisión Los Magníficos, en la que cuatro veteranos de guerra prófugos planeaban desde un vehículo similares características las operaciones más insólitas para combatir el mal. Y si bien Enrique Osses no es John Hannibal Smith, tiene el mismo objetivo: que haya justicia. En el caso del presidente de la Comisión de Árbitros de la ANFP, a través del VAR.

La fría mañana de Quilín acompaña la segunda jornada de la Copa VAR, un certamen que reúne a 10 equipos en cuatro categorías (Sub 15, 16, 17 y 19), con la finalidad de probar en situaciones reales el videoarbitraje, que ya se le viene al fútbol chileno. Se disputarán 84 partidos, que serán conducidos por los jueces de Primera y Primera B, quienes deberán apoyarse en la tecnología que proporcionan las siete cámaras (dos laterales, dos centrales elevadas, una detrás de cada arco y una cámara central a nivel de cancha), las que envían las imágenes a cada una de las tres camionetas, conocidas como VOR, en las que cinco personas realizan distintas funciones para analizar cada jugada. Así, esta tecnología interviene en casos de goles, penales, expulsiones y cuando hay un problema de identificación de un jugador.

En una de las canchas se disputa el partido entre las Sub 17 de Universidad de Chile y la de Santiago Morning. Mientras que en la contigua se enfrentan Universidad Católica y Magallanes. La cuaterna arbitral está comunicada todo el tiempo. Es común escuchar las interacciones de los asistentes que corren junto a la línea. "Habilitado, arquero llega limpio al balón", se oye al borde de la cancha. Mientras que la UC pierde a un jugador producto de una agresión detectada por las cámaras. En menos de un minuto, el juez central observó la jugada y determinó la roja y, de paso, cobró penal. Nadie protestó.

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FOTO: RICHARD ULLOA / LA TERCERA[/caption]

Osses recorre cada una de los campos de juego, tomando apuntes y conversando con los réferis. "Llevamos alrededor de un año con esta implementación. Se hizo un acompañamiento teórico a los árbitros seleccionados, que son 32, se hizo una capacitación práctica de situaciones simuladas en el mes de junio, durante 10 días; ahora estamos haciendo 84 partidos durante tres semanas para llegar lo mejor preparado posible a la fases finales de la Copa Chile y a partir del próximo año ya disputar todos los partidos de Primera División con esta tecnología", señala el exmundialista de 2014.

Cada cabina sobre ruedas tiene en el ángulo superior una cámara, que es la que se utiliza para enfocar  a los integrantes en las transmisiones televisivas. También hay un botón rojo para ir guardando las jugadas y uno verde, que es el que se utiliza para avisar al juez central. Cuando eso sucede, se enciende una luz verde, que es la que se puede apreciar en la señal oficial. El operador de video no es un árbitro, sino que un profesional de las comunicaciones. En la parte superior está la señal máster, mientras que en la inferior hay monitores con tres segundos de delay.

"Nosotros tenemos que grabar el cien por ciento de los partidos, editar las situaciones revisables, de acuerdo al protocolo de la IFAB (International Board), y subir a una plataforma las imágenes. Además, cada árbitro tiene que cumplir con varias etapas del protocolo, tiene que arbitrar dos partidos en línea, tiene que hacer dos veces de VAR y dos veces de AVAR. Son seis a ocho meses de preparación, nosotros podríamos certificar con 48 partidos, pero lo estamos haciendo en 96 para que cada árbitro pueda tener la mayor experiencia posible. Queremos sacar provecho de todas las posibilidades de mejora y minimizar los errores", detalla Osses.

El proceso tiene observadores internacionales. El exinternacional colombiano Óscar Julián Ruiz se encuentra en el país certificando el proceso, para luego enviar un informe al Departamento de Arbitraje de la FIFA . "La Federación Chilena solicitó a un instructor de la FIFA para ayudar a supervisar los procedimientos que se están haciendo de acuerdo a lo que pide la International Board y para trabajar con los árbitros, haciendo las retroalimentaciones y ver lo que haya que mejorar dentro y fuera de la cancha", detalla. Y añade: "La estructura que ha montado la ANFP y todas las exigencias de la International Board, hay equipos de fútbol de buena calidad, las cámaras están en buena ubicación. Se está cumpliendo con toda las exigencias".

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FOTO: RICHARD ULLOA / LA TERCERA[/caption]

Entre los jugadores, hay una buena recepción a esta tecnología. Johan Pinochet, jugador de la Sub 17 de Santiago Morning, lo aprueba, aunque reconoce que debe adaptarse. "Hay veces en que el VAR es muy complicado, hay que jugar muy pasivo, no se puede meter mucho como a uno le gusta, como en el barrio. Uno trae eso y tiene que andar cuidándose. Me gusta, está bien. Además en este campeonato pudimos compartir y jugar con buenos equipos y también ha servido para que los árbitros se entrenen", sostiene.

En tanto, Marcelo Jara, DT de la Sub 17 de la U, tiene algunos reparos sobre la implementación.  "La revisión debería ser más inmediata y no cinco jugadas antes al gol, eso lo hace muy engorroso. A veces se revisan muchas jugadas anteriores del gol y en eso no estoy muy de acuerdo. Debería mejorar en fluidez e interpretación. Pero, en general, es una buena innovación; permite justicia deportiva y hace que los futbolistas jueguen un juego limpio".

Durante los meses que restan para la inauguración oficial en Chile, la Comisión de Árbitros de la ANFP tiene planificado participar en ocho partidos de forma offline. Es decir, los árbitros se instalarán en la camioneta, revisarán las imágenes, pero no podrán tener conexión con el árbitro central. Superada esta fase, Chile se convertirá en el segundo país de Sudamérica, después de Brasil, en instaurar esta tecnología.