Hasta Holan se volvió loco. No había aviso de nada en la jugada, un ataque como otro cualquiera, el gasto protocolario de los últimos minutos, simple trabajo de distracción para guardar un resultado hasta entonces apretado. La pelota le llegó a Munder en la esquina izquierda del área, aparentemente cerrado por Córdova, y de repente, sin venir a cuento, creó la maniobra del año: levantó la cabeza, amagó, tocó ligeramente el balón para perfilarse y lo mandó al ángulo contrario con un toque preciso, delicado, exquisito y curvado. Inalcanzable para Castellón. Golazo.
Una parábola inolvidable que perfumó un nuevo paso firme del líder. Y que celebraron los cruzados, con su técnico a la cabeza, como si se tratara de una copa. El broche a una mañana feliz que reforzó el gobierno del bicampeón sobre el torneo. Fiable casi siempre, aunque no siempre con todos (ayer Puch, por ejemplo, estuvo inexistente).
La UC ya se había ganado los tres puntos antes de la obra cumbre de Munder. Sin tanta excelencia, eso sí. Solo por la vía del balón parado en el reñido primer tiempo, pese a asumir el balón y la iniciativa, y a la contra en el segundo.
Se las apañaron mejor los cruzados para sacarse ocasiones de esa pareja (y fiera, con unos cuantos tobillos castigados) primera mitad. Pero lo dicho, a pelota quieta, una suerte en la que los acereros enseñaron agujeros defensivos. Fue así como Fuenzalida, un incordio constante dentro y fuera del área, avisó a los siete minutos con un punterazo que escupió el poste. Y fue así como llegó el estreno, un desvío cerca de la línea cuya validez, fuera de juego o no, solo pudieron resolver las leyes del dibujo técnico.
Huachipato salió del descanso con un atacante más y un centrocampista menos. Y se lanzó con más protagonismo y decisión. Católica sudó más, pero también se encontró con espacios para responder. El encuentro lo agradeció.
La UC amplió su renta con Zampedri justificando su condición de nueve, aunque el tanto hay que apuntárselo a Marcelino, un lateral con pie de centrocampista exquisito. Apretó a Huachipato en su salida, se quedó la pelota y se la regaló al ariete. Fue por el lado del joven cruzado, que organiza mejor de lo que defiende, por donde descontó Huachipato (en otro lance que necesitó de la revisión del VAR para determinar que no había fuera de juego). Entró Cuevas montado en moto por ahí sin ninguna oposición antes de servir a Cris.
Insistió luego Huachipato y jugó a domir la ventaja la UC, hasta que llegó la maravilla de Munder. Tres puntos más para el bicampeón, que vuela. Y cada vez más solo.
FICHA
Huachipato: Castellón; Córdova, Ramírez, Tapia, Cuevas; S. Martínez (Ovando, 46, y Poblete, 83′), Sepúlveda (Altamirano, 83′), Valenzuela (Escobar, 71′′), Verdugo; Sánchez Sotelo y C. Martínez. DT: Florentín.
U. Católica: Dituro; Núñez, Lanaro, Huerta, Rebolledo; Pinares (Munder, 68′), Saavedra, Aued; Fuenzalida, Zampedri (Valencia, 89′) y Puch (Lezcano, 63′). DT: Holan.
Goles: 0-1, 36′: Fuenzalida desvía un remate de Aued a la salida de un córner. 0-2, 54′: Marcelino roba y habilita para Zampedri, que fusila con la derecha. 1-2, 56′: Cris Martínez remata un envío de Cuevas por la izquierda. 1-3, 87: Munder tira enroscado a la escuadra.
Árbitro: Gamboa. Amarilla a Cuevas, Verdugo y Lanaro.
Huachipato-CAP Acero: Sin público.
En cursiva, jugador juvenil.