Una repentina guerra civil en la Católica
Los elogios de Fuenzalida a la grandeza de Colo Colo y la hinchada de la U desatan una encendida tormenta entre el aficionado cruzado, con Castillo de incendiario acusador, el capitán disculpándose y Medel pidiendo la paz.
De un momento a otro, la calma de una Católica que aguarda como líder la vuelta del torneo, pasó a la tormenta. No fue por dardos desde la vereda opuesta, ni en la víspera de un clásico, ni por fallos arbitrales. El fuego vino desde casa. Sin siquiera fútbol de por medio o un rival en el horizonte, los cruzados se regalaron una polémica gratuita entre propios -José Pedro Fuenzalida y Nicolás Castillo- que hirió sensibilidades e hizo tomar parte a sus hinchas y al propio Gary Medel.
El Pitbull terció ayer para que se se dejaran de lado los conflictos. Respaldó a Castillo sin nombrarle en la dimensión que tiene y que hay que pregonar de Católica, pero, a la voz de “todos cometemos errores y hay que saber perdonarnos”, le dio un espaldarazo a Fuenzalida: “Es nuestro capitán. Se lo ha ganado. Con esfuerzo, con amor a nuestros colores. Con goles, con títulos. Con coraje, con respeto, con hombría de bien. Dejando siempre en alto nuestro nombre. Nos representa y eso es un orgullo”.
Todo comenzó cuando, opinante como siempre, el Chapa, capitán de la UC, comentó en DirecTV que Colo Colo era el equipo más grande y popular del país, la U tenía la barra más grande y Católica era la mejor institución.
En México, Nicolás Castillo enardeció. El delantero, ausente por lesión desde enero y hoy viviendo su recuperación en el encierro, lanzó un misil que alineó a muchos fanáticos cruzados que incluso pidieron que Fuenzalida dejara la capitanía. Hubo hasta un hashtag #entregalajineta. Y desde ahí se crearon bandos que se dieron duro: los de Fuenzalida y los de Castillo.
“Tu equipo es el número uno en todos los ámbitos. Ese es el capitán que me refleja. El que no lo entienda así, no merece representarnos”. Directo y al hueso, el ariete provocó un terremoto en las huestes cruzadas y otra vez, como no pocas, se vería envuelto en una polémica.
En marzo de 2016 tildó de “vertedero” al estadio Monumental, mientras que una hincha alba denunció que fue ultrajada por el jugador después de que la UC perdiera con los albos. “Es pasional, como todo joven”, fue la defensa de José María Buljubasich esa vez. Días más tarde, en el aeropuerto de Arica, otra vez tendría un encontrón con forofos del Cacique.
Y al frente, en la vereda de la diplomacia, un Fuenzalida que ha dejado de lado al hincha y las pasiones para emitir opiniones. Como en el caso que originó esta disputa o como en entrevista con La Tercera, tras haber sido escogido como el mejor de 2019 por sus pares.
“Nunca me voy a arrepentir”, dijo sobre su paso por Colo Colo. Esa vez ya había expuesto, sin la polémica de ahora, que el Cacique estaba a otro nivel: “Estuve en el club más grande de Chile, el más popular”, señaló textualmente.
Es más, dijo entender la molestia del hincha por esa suerte de traición, pero argumentó que si había aceptado ir al Monumental era porque podía crecer y madurar. “No digo que es el club de mis amores”, señaló. Y agregó que no aceptó ir a la U cuando lo llamó Sampaoli porque, a pesar de estar azules y albos “a la misma altura”, como apuntó, ya había logrado madurar en la tienda blanca, por ser “la más grande” del país.
En esa línea, Chapita difundió en sus redes sociales el domingo un escrito donde pedía disculpas a los hinchas de la UC que se molestaron con su análisis comparativo, al tiempo de dejar abierta una conversación con Castillo, a quien en cierta forma justificó. “Sé cómo vive el fútbol y lo que quiere a Católica”.
Así intentó ponerle punto final a una guerra que seguramente no quiso desatar, pero de la que fue protagonista. Y que sigue caliente.
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