En 2009, Berdine Castillo se convirtió en la primera haitiana cuya adopción en Chile fue decretada por la Corte Suprema. Fue Mario Castillo, un oficial de la Fuerza Aérea chilena que viajó en 2005 a realizar ayuda humanitaria a la isla, quien decidió transformarse, junto a su esposa y sus dos hijas, en su nueva familia.

Hoy, con 18 años, brilla en el deporte nacional: ya es la campeona nacional junior de los 800 metros, la subcampeona sub 20 en los 400 metros, y una de los proyectos más prometedores del mediofondismo nacional. Además, ahora es feliz.

Con una marca de 2 minutos 20 segundos y 14 milésimas, se transformó el año pasado en campeona. Luego de la hazaña viajó a Argentina, donde se quedó con la plata en el relevo 4×400 metros de los Juegos Binacionales de Córdoba, para estirar su hazaña. Con su biotipo y espectacular zancada, muchos la miran como la nueva dueña de la mediadistancia.

Su historia no deja de cautivar. "Yo vivía en un hogar, y ahí fue donde me conoció. Tenía seis años, pero lo que construimos fue tan fuerte, que me quiso adoptar", relata respecto a cómo el oficial se decidió a convertirse en su padre .

"Le enviaba fotos a mi mamá adoptiva (Patricia Lillo) y a mis hermanas, a Chile, hasta que tomaron la decisión de traerme con ellos". Así fue como comenzó el proceso, que luego de ocho meses, se concretó. "Recuerdo cuando llegué al aeropuerto de Santiago, estaba mi familia esperándome. Estaba todo oscuro, y de repente, miles de flashes. No entendía mucho qué pasaba", dice la joven atleta.