Las selecciones vuelven a sufrir con las canchas de Brasil. Tal como ocurrió en 2019, en la Copa América que se disputó en el país de la samba, el estado de los campos de juego complican el desarrollo del juego de los diez equipos de la competición.

En el caso de la Roja, la Federación ya hizo saber su preocupación a la Conmebol. Desde el primer día, en su arribo a Río de Janeiro, las canchas fueron un problema para el equipo de Lasarte. Y Machete, de inmediato, le hizo saber su preocupación a la dirigencia de Milad.

La molestia está desde el primer día. Para preparar el duelo frente a Argentina, a la Selección se le entregó las canchas de entrenamiento que habitualmente usa Botafogo. Su mal estado, con hoyos y seca en algunos sectores, obligó a Chile a pedir que se les trasladara a otro recinto. La Conmebol acomodó los calendarios y le facilitó las instalaciones de Flamengo.

En el duelo frente a Argentina, en el estadio Olímpico Nilton Santos, la cancha también se vio en mal estado. Desde que comenzó el juego, se vio cómo los jugadores resbalan y sacaban pedazos de pasto, sin un mayor roce. Según pudo averiguar El Deportivo, en Brasil, horas antes de los duelos, pintan las canchas para generar una buena impresión al momento de la transmisión oficial.

En Cuiabá, en tanto, la situación ha sido similar. En su arribo a la capital del estado de Mato Grosso, la Roja también sufrió con la cancha que se le entregó para realizar los trabajos previos al duelo frente a Bolivia. Se le destinó el estadio Eurico Gaspar Dutra (Dutrinha), lugar que también se utiliza para practicar fútbol americano. Se pidió cambio, pero la alternativa ofrecida queda a una hora del lugar de concentración de la Roja. El Equipo de Todos prefirió quedarse en la cancha inicial para evitar el desgaste de trayecto que se realizaría en bus. Sin embargo, al llegar al recinto se percataron que la cancha era una pesadilla. Luego de llamadas y gestiones realizadas por Pablo Milad, el equipo se trasladó a los campos de entrenamiento de la prefectura de Cuiabá, un recinto policial que tenía mejores canchas para poder preparar el duelo.

Ayer, a eso del mediodía, el equipo de Lasarte reconoció el Arena Pantanal, estadio que muchos futbolistas ya conocen pues en ese reducto la Roja jugó frente a Australia, en su debut en el Mundial 2014. Lasarte se vio preocupado, recorriendo el reducto y filmando con su celular diferentes lugares del campo de juego. Su molestia era evidente, más cuando pocas horas antes supo del primer positivo por Covid 19 en la Roja.

La Roja ha tenido inconvenientes con las canchas. Incluso ha debido trasladarse a instalaciones pertenecientes a instituciones policiales. Foto: @Laroja

Cabe recordar, que las quejas de los futbolistas por los malos estados de las canchas de Brasil ya fueron noticia. En 2019, por ejemplo, Messi no ocultó su molestia: “Todas las canchas donde jugamos son muy malas. Es muy difícil jugar así”, decía la Pulga. Scaloni, su DT, también hizo mención en aquella oportunidad al campo de juego: “Recalco el tema de la cancha. No me quiero olvidar. Me criticaron por darlo como excusa, pero no se puede jugar en esta cancha”, repetía.

En Uruguay no se borraron de las críticas. La cancha ya era tema en 2019: “Nosotros no somos un equipo de tiqui-tiqui y de jugar por abajo, por lo que obviamente no es una excusa, pero los estadios y las canchas no están en un buen estado», señaló Luis Suárez. Edinson Cavani, por su parte, agregaba que “no estamos jugando en potreros, sino en los estadios de grandes equipos en los que se disputa uno de los principales campeonatos del mundo”.

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