Unión Española justifica el desaire a Ramos tras el hat-trick: "No le pueden pedir al equipo al que le encajan tres goles que regale un balón"
Luis Baquedano desconoce una práctica que se ha hecho natural en el fútbol mundial. "Es un invento del CDF... y el árbitro no es el dueño del balón", dispara.
Álvaro Ramos convirtió tres de los cuatro goles con que Everton venció a domicilio a Unión Española, en el Santa Laura. Como reconocimiento a su faena, el delantero viñamarino recibió uno de los balones con los que se disputó el encuentro. Se trata de una práctica normalizada en el fútbol mundial para el autor de un hat-trick. Sin embargo, pocos minutos después, el atacante debió restituirle la pelota a Unión Española. Uno de sus utileros fue a pedírsela.
En Independencia no se arrepienten de haber recuperado el implemento. Ni menos de haber roto una tradición. "El que queda mal parado es Everton que nos robó una pelota. La hinchada no devolvió una (en el primer tiempo, con un barrista individualizado por la situación). No se iban a llevar dos", afirma el gerente general hispano, Luis Baquedano.
Luego, el funcionario alude a que no existe obligación de adherir al gesto. "Es un invento del CDF que le hace un regalo al que mete tres goles. Que el CDF lo pague o que tenga balones para ese propósito... Y el árbitro no es el dueño del balón", insiste.
En ese plan, destaca la gestión del colaborador que fue a recuperar la pelota. "Me encantó la actitud de nuestro utilero de ir a buscar el balón, porque debemos cuidarlos", sostiene. Afirma que luego se destinan a entrenamientos del primer equipo y también a la preparación del Fútbol Joven. El ejecutivo estima en cincuenta mil pesos el costo de cada uno. "Son balones de alta tecnología", explica.
"Me molesta cuando se inventan regalos con plata de los demás", insiste. Y también repara en la contradicción desde el punto de vista deportivo. "No es bueno que los regalos los haga el equipo que pierde y al que le hacen los tres goles. Que lo haga el CDF, que, entiendo, fue el que levantó la idea. No le pueden pedir al equipo al que le encajan tres goles que regale un balón", sostiene.
Eso sí, se muestra abierto a realizar un gesto en ese sentido en situaciones realmente significativo. "Estando en Colo Colo, recuerdo haberle regalado balones a (Carlos) Chandía y a su asistente, pero fue porque dirigieron el último partido de sus carreras. No cualquiera", consigna.
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