De historia, al menos los dos que estaban dirigiendo sabían. Duelo argentino, podría decirse, de emblemáticos ex futbolistas, Palermo ante Milito en busca de los tres puntos en Santa Laura.

En Unión Española, de peleas nada. El Titán decidió alinear a González y tener a Poblete en la banca, de Muñoz eso sí, ni rastro. En O'Higgins, de cordialidad bastante, pues antes del inicio le dieron un reconocimiento a los hispanos porque en 1955 jugaron en contra el primer duelo oficial de los celestes.

En la cancha la visita era más. Los de Rancagua tienen un estilo que refuerzan en cada fecha, donde el toque y la movilidad de sus volantes, sobre todo de Oroz, marcan la pauta para que los delanteros puedan quedar mano a mano. Un remate de Mazzola, tras largo pelotazo, es el mejor ejemplo. Si bien el disparo del argentino fue contenido por Guerra con los pies, las licencias de la zaga hispana seguían quedando en evidencia.

Nota aparte para las dos veces que se detuvo el juego en el primer tiempo. Reflejo de la molestia de los hinchas rojos que tiraron rollos de papel y prendieron bengalas, provocando que a los 18' y 27' se detenga el balón. Además, un lienzo con el texto "respeten la camiseta", hacía evidente el malestar.

En el segundo tiempo, el local pareció recibir el mensaje de las tribunas. La apertura de la cuenta llegó a los 63' cuando Tobías Figueroa picó el balón ante la salida de Pinto tras pase de Aránguiz. Luego, Sebastián Jaime puso un cabezazo para decretar el 2-0 y la primera victoria hispana en Santa Laura en lo que va de campeonato.