Martín Palermo tendrá un partido más en la banca de Unión Española. Dirigirá frente a O'Higgins, el domingo en el estadio Santa Laura. Eso es lo único que se atreven a asegurar en Independencia. La magra campaña hispana, que incluye la prematura eliminación en la Copa Sudamericana y un discreto undécimo lugar en el Campeonato Nacional después de la caída frente a Unión La Calera, rompió una relación que hasta la temporada anterior resultó fructífera, con una clasificación internacional incluida.

En Unión Española son categóricos, pero sólo por ahora. Dicen que cada declaración es válida sólo en el corto plazo. En este caso, la fecha de vencimiento es el cierre de la octava fecha, lo que coincide con el enfrentamiento ante los celestes. "Es falso, absolutamente falso, que Martín Palermo haya dejado de ser el entrenador de Unión Española. El técnico, hasta el momento, se queda", declara Santiago Perdiguero, gerente general de la entidad de Independencia a La Tercera. Por un lado, el personero descarta la partida inmediata del estratega, pero instala la cuota de condicionalidad que no permite aventurar si el proceso a cargo del Titán continuará. Incluso en la eventualidad de un buen resultado ante la escuadra de Gabriel Milito. Porque también está abierto el escenario para que Palermo decida alejarse después del choque ante el equipo de la Sexta Región, independientemente del resultado.

Ayer, el ex delantero de Boca Juniors dirigió el entrenamiento, que se desarrolló en la cancha 2 del estadio Santa Laura. La sesión, transcurrió con aparente normalidad. Con el técnico intentando abstraerse de las críticas que recibe de los hinchas, de la reticencia de parte del directorio y, sobre todo, buscando las ideas para que su equipo retome el nivel futbolístico que extravió, lo que lo tiene en un discreto undécimo puesto en la tabla y muy lejos de la solidez futbolística que generó atracción en 2017.

Incluso se produjo la reincorporación de Ramiro González, Carlos Muñoz e Israel Poblete, quienes fueron marginados de la convocatoria para el partido frente a Unión La Calera, que terminó en derrota por 1-0 para la escuadra de colonia, por el conato de pelea que protagonizaron el viernes.

El incidente había enrarecido aún más el ambiente en los rojos. La dirigencia que encabeza Jorge Segovia, que ya estaba disconforme por el rendimiento deportivo de este año, alegó no haber sido informada oportunamente de la determinación disciplinaria ni de los motivos reales de la ausencia de los tres jugadores. Inicialmente, a nivel oficial, sólo se habló de una "decisión técnica", cuando ya se sabía de un enfrentamiento que debió ser controlado a la fuerza y que, por cierto, indignó a Palermo.

Ese día, en un intento dar un golpe de autoridad, el ex delantero ordenó la suspensión inmediata de los ejercicios con el afán de enfriar los ánimos. La derrota ante La Calera, sin embargo, convulsionó más el ambiente.