Unión Española asaltó el Bicentenario de La Florida y seguirá peleando por el Transición hasta la última fecha. Con goles de un extraordinario Aránguiz y de Sierra, los hispanos derrotaron de visita a un Audax que se despide de la lucha por el título.
Arrancó mejor Audax Italiano, buscando constantemente la velocidad de Sergio Santos a la espalda de los centrales hispanos. En las botas del brasileño, de hecho, tuvo el cuadro audino sus dos mejores alternativas para inaugurar el marcador a lo largo del primer tiempo, pero el Mono Sánchez achicó con acierto en su salida en ambas ocasiones.
Echó de menos el equipo dirigido por Hugo Vilches a Bryan Carrasco durante el primer acto. El Velocirráptor, demasiado escorado en el costado derecho del ataque, apenas consiguió entrar en juego, y las acometidas de Audax, excesivamente verticales, terminaron por tornarse previsibles.
Fue entonces, cuando la escuadra local comenzó a diluirse fruto de su propia precipitación, que emergió sobre el césped de La Florida la figura de Pablo Áranguiz, absolutamente colosal en todas las facetas del juego. El joven volante de Unión fue un quebradero de cabeza constante para la zaga audina. Manejó el tempo del partido, se movió con inteligencia entre líneas, puso a prueba Peric con un remate desde la frontal del área y asistió a Canales en la mejor ocasión de que dispuso el conjunto rojo en toda la primera parte. Jugó, a fin de cuentas, un partido fantástico. Con la determinación del futbolista hecho que es -una realidad presente- y no con los chispazos de calidad propios de un jugador del futuro que muchos se limitan a ver en él por su edad, apenas 20 años. Con 0-0 en el marcador. mucha brega, pero -salvando al mencionado Aránguiz- pocas ideas claras, se alcanzó el entretiempo en La Florida.
El paso por camarines sentó bien a Audax, que regresó a la cancha con la misma intensidad con la que había comenzado el partido. Pero también con la misma inconsistencia en ataque. Fue creciendo, entonces, Unión, con el devenir de los minutos, y Canales, primero, y Pablo Aránguiz, minutos más tarde, indultaron a Peric con dos francos testarazos libres de marca, pero demasiado timoratos.
Hasta que llegó el minuto 68 de juego. Sosa ganó la línea de fondo por el flanco izquierdo y sirvió al corazón del área, Peric erró estrepitosamente en su salida y Pablo Aránguiz, quién si no, apareció en el segundo palo para anotar el 0-1 con un certero remate cruzado. Estaba siendo el hombre del partido, pero ese gol podría convertirlo en el hombre del campeonato. Al menos para el equipo de Palermo, que con ventaja en el tanteador se limitó a tratar de conservar el resultado, intentando poner la puntilla al pleito al contragolpe.
El tanto, claro está, noqueó a Audax, que en honor de la verdad, no había completado hasta el momento la mejor de sus presentaciones este semestre.
Hugo Vilches, que ya había enviado a la cancha a Ábrigo minutos antes, introdujo también en el partido a Jeraldino y Emilio Hernández, pero la respuesta nunca llegó a La Florida.
El desarrollo del duelo se volvió tosco, por momentos excesivamente trabado, lo que beneficiaba a los intereses del cuadro hispano.
Unión se cargó de tarjetas amarillas y Aránguiz, el héroe del encuentro, renqueante desde la acción del gol, tuvo que abandonar finalmente el terreno de juego en el minuto 78, dejando su lugar sobre el césped a Christian Bravo. La hinchada hispana, consciente de la importancia de su tanto, lo despidió con honores.
Se volcó el equipo de Vilches en ataque de manera desesperada cuando agonizaba el partido, y a punto estuvo Joe Ábrigo de anotar de tiro libre, con un fantástico zurdazo, el gol del empate. Un gol que habría dejado a Unión también fuera de carrera. Y a Colo Colo con más de medio título en el bolsillo.
Pero la pelota no entró y los instantes finales terminaron viéndose ensuciados, como tantas otras veces, por el lanzamiento de objetos sobre el arco de Sánchez que obligó a suspender el encuentro durante algunos minutos.
En el tiempo de adición, José Luis Sierra firmó el 0-2 definitivo y la fiesta se trasladó a Santa Laura. Unión quiere pelea. Y seguirá luchando. Algo que no podrá hacer el Audax de Hugo Vilches, cuyo sueño de campeonato se diluyó ayer, ante su gente, en su campo.