La llegada de Ariel Holan a la banca de Universidad Católica no se dio en el mejor momento. No sólo por los malos resultados que han obtenido en la cancha, el fin de semana perdieron por goleada ante Ñublense y quedaron a sólo cuatro puntos de la zona de descenso, sino también por la sanción que les aplicó el Tribunal de Disciplina de la ANFP.
El organismo jurídico ordenó que los cruzados jugarán sus dos próximos duelos de local a puertas cerradas, o sea sin público, por los graves incidentes que ocurrieron en el compromiso que disputaron con Colo Colo en San Carlos de Apoquindo.
Dicho de otra forma, la UC no podrá recibir el aliento de sus hinchas en el duelo ante La Calera, programado para este viernes 13 de mayo, ni contra Antofagasta, que cierra la primera rueda del Torneo Nacional el domingo 29 de mayo.
La sanción se basó en el durísimo informe del árbitro, José Cabero, quien detalla que hubo una bomba de estruendo que cayó “a un metro del portero de Colo Colo, Brayan Cortés”, uso de bengalas y bombas de humo, pelea en las tribunas y lanzamiento de escupos y proyectiles a los referís del encuentro.
Los jueces de la Primera Sala del Tribunal consideró para emitir su juicio que tres de los hechos denunciados son de “un severo nivel de gravedad” y afectó también que la sociedad anónima que rige los destinos de la Católica no cumpliera con todas las medidas preventivas de seguridad impuestas por la autoridad administrativa.
Por último, la entidad tomó en cuenta que “el club Universidad Católica ya ha sido sancionado por hechos de violencia de sus adherentes durante el transcurso del Campeonato de Primera División, Temporada 2022, dejando establecido, en todo caso, que a la fecha de notificación de la presente sentencia dicha sanción no se encuentra ejecutoriada”.