El uno a uno de Chile. La Roja se midió ante Guinea, en España, en el último encuentro de la fecha FIFA. Así fue la participación individual de cada jugador chileno.

C. Bravo: Escaso trabajo. Se estiró cuanto pudo en el primer gol guineano, pero no fue su responsabilidad. Cortó un par de centros y ordenó al equipo en el fondo. Tampoco pudo hacer más para evitar el segundo descuento rival. Tuvo una muy buena intervención sobre el final para evitar el empate.

M. Isla: Escaso protagonismo. Se proyectó poco y no logró generar con Christian Bravo una dupla para desnivelar desde la banda. Tuvo pocas tareas en defensa y no se animó -o no lo dejaron- asumir más responsabilidades en ataque.

F. Sierralta: Impuso a ratos su envergadura, pero cometió excesivos errores en la entrega. Abusó del pelotazo largo cruzado, casi siempre equivocado. En el complemento perdió confianza y aplicación.

G. Maripán: Estuvo rápido en los retrocesos y aplicado en los cruces. Tampoco tuvo problemas en el juego aéreo. Abusó, como Sierralta, del pelotazo largo por la poca movilidad de los volantes. Se desconcentró y habilitó a todo el mundo en el segundo gol de los guineanos.

A. Parot: Se cerró bien atrás casi siempre y cubrió de buena manera los espacios. No ofreció, sin embargo, muchas alternativas de descarga en la banda, pues apenas se proyectó. Concedió demasiados espacios en el retroceso en la jugada que terminó en el primer tanto de Guinea.

E. Pulgar: Administró la pelota con criterio, pero le quedó grande la cancha para actuar solo como émbolo. Se vio sobrepasado en las contras guineanas. Le faltó movilidad para ayudar en la salida.

C. Pinares: De los más regulares del encuentro. Tuvo buenas y malas, pero impuso sus ganas de ir siempre hacia adelante. Remató al arco, buscó romper líneas y se ofreció siempre para ayudar a todos.

A. Vidal: Mucho recorrido y sacrificio en el medio. Incansable. Impuso, como casi siempre, su presencia. Le faltó compañía. Se movió en todo el frente de ataque, pero nunca encontró buenas asociaciones. Marcó de penal el tercer gol nacional.

Ch. Bravo: Exhibió su motivación, pero sucumbió ante la fortaleza física de la zaga africana. Intentó desbordes y centros. En el segundo tiempo lució más cómodo y logró correr la banda de punta a punta.

F. Mora: Marcó el gol que rompió el empate sobre los 70', pero hasta ahí no estaba haciendo un buen partido. Casi no había participado del juego. Muy poca presencia en el área.

J. Meneses: Se mostró siempre como una alternativa de asociación en la punta izquierda. Intentó copar espacios con diagonales. No dejó de buscar. Marcó el tanto del empate tras un rebote.

O. Opazo: Entró y cambió el partido. Se instaló en campo rival y desequilibró desde la orilla. Asistió de buena manera a Mora en el 2-1 de Chile. Exhibió su potencia.

M. Albornoz: Fortaleció la zona izquierda en materia defensiva, pero no mejoró los ripios ofensivos que dejó Parot en el primer tiempo. No cerró nunca en el segundo tanto de los africanos.

E. Pavez: Se paró en la zona media y le dio mayor equilibrio. Ayudó al equipo a ordenarse mejor y finalmente quedarse con el triunfo. Buen ingreso.

S. Vegas: Su ingreso acomodó el sistema defensivo y se ubicó nominalmente como tercer central izquierdo. Muy dubitativo.

D. Rubio: Movedizo y atrevido. Al menos intentó desequilibrar. Retrocedió para ayudar en la recuperación en los minutos finales.

C. Baeza: Organizador nato del mediocampo. Puso la calma que le faltaba a la Roja cuando tenía la pelota el tramo final del encuentro, para cerrar el duelo.