El técnico de la selección chilena Ricardo Gareca repitió ante Francia la oncena que goleó 3-0 a Albania. Una prueba de mucha jerarquía para el nuevo proceso, que pese al resultado, supo estar a la altura.

C. Bravo: no alcanzó a llegar al remate ajustado de Fofana, que se desvió en Lichnovsky, en la igualdad francesa y poco pudo hacer en el segundo tanto.

M. Isla: un desborde extraordinario permitió asistir a Núñez para la apertura de la cuenta, aplicó todo su oficio en el manejo del puesto.

I. Lichnovsky: se vio bastante exigido ante los embates franceses, en el tercer gol intentó cubrir el espacio que dejó Díaz y sucumbió ante el desborde de Kolo Muani.

P. Díaz: estuvo rápido en los cruces. En su afán de salir jugando, perdió algunos balones y en el tercer tanto quedó absolutamente descolocado.

G. Suazo: tuvo bastante proyección, pero le costó en lo defensivo. Kolo Muani le ganó por arriba para convertir el 2-1. De todos modos, hizo un correcto partido.

R. Echeverría: es un jugador con mucho recorrido. Sin embargo, por momentos quedó muy solo en esa refriega y eso lo padeció Chile.

M. Núñez: abrió la cuenta con un golazo y fue un muy buen agente de ataque. De los mejores en la noche marsellesa. Se le ve muy cómodo en el esquema de Gareca.

D. Osorio: su paso por Europa le ha dado intensidad y se nota. Centró con peligro y probó de distancia; también mostró su gran calidad con pelotazos en profundidad ejecutados a la perfección. Coronó su gran actuación con un golazo. Uno de los que más ganó en esta serie de amistosos.

A. Sánchez: movedizo, fue parte de la notable triangulación que derivó en la apertura de la cuenta. Mostró su habitual desequilibrio ofensivo y fue ovacionado.

V. Dávila: mucho más marcado que frente a Albania, mostró chispazos de buen juego y colaboró bastante en la marca. Pero no gravitó y estuvo errático.

E. Vargas: merodeó el área y el vertical le impidió el 2-2 de cabeza en el comienzo del segundo tiempo. Recuperó sensaciones en este comienzo de la era Gareca.

B. Brereton: se metió en la refriega con los centrales franceses, aunque con poco éxito.

E. Pavez: ingresó para dar equilibrio en el medio y cumplió.

M. Bolados: se las ingenió para desbordar en el poco tiempo que estuvo.

M. Catalán, N. Fernández y C. Pérez: tuvieron muy pocos minutos como para cambiar la historia.

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