El uno a uno de Chile: Aránguiz, Fuenzalida y Vargas iluminan a una Roja con muchas dudas

La Selección Nacional se despidió del país antes de su participación en la Copa América venciendo 2-1 a Haití en un amistoso, disputado en La Serena. Este es el uno a uno de Chile en el cierre en cancha de su preparación para el torneo continental que se disputará en Brasil entre el 14 de junio y el 7 de julio.

Brayan Cortés: Prácticamente no fue exigido. No tuvo mayor responsabilidad en la apertura de la cuenta. Fue sustituido en el entretiempo.

Mauricio Isla: Se proyectó constantemente por la banda derecha. Formó una buena dupla con Fuenzalida, pero su injerencia en el juego se fue diluyendo con el correr de los minutos. Quedó al debe en los pelotazos cruzados que mandó al área, casi siempre inocuos. Segundo tiempo de poca precisión el del Huaso.

Gary Medel: Particularmente errático. El capitán de Chile tuvo problemas de coordinación con Maripán y equivocó el camino un par de veces en la salida. Puso su fuerza y temperamento para levantar a una alicaída última línea. Levantó su nivel en el complemento.

Guillermo Maripán: Evidenció descoordinación con Medel y se vio poco pulcro en las coberturas. Erró varias veces en la salida. No cerró a tiempo en el 0-1 y perdió confianza. Rueda lo dejó en el banco después del descanso.

Jean Beausejour: Baja actuación del lateral. Sufrió en defensa por su orilla y su proyección ofensiva fue escasa. Evidenció más agotamiento que el resto del equipo.

Esteban Pavez: Pese a su ímpetu inicial y su buen despliegue, fue perdiendo confianza ante cada error. Falló en el posicionamiento y en las coberturas. Perdió un duelo individual que terminó en el primer gol haitiano.

Charles Aránguiz: La luz en la oscuridad. El Príncipe jugó a su estilo. Recorrido, despliegue e inteligencia. Ayudó a sacar sacar al equipo del fondo y se sumó como complemento en la generación de juego. El más destacado de un equipo chileno con muchos ripios.

Arturo Vidal: Por debajo de su nivel. Es, por lejos, quien tiene más libertades en el equipo. Mezcló buenas y malas. Se ofuscó ante la poca capacidad ofensiva chilena. Buen movimiento para propiciar el empate de Vargas.

José Pedro Fuenzalida: Participativo e involucrado. Atacó y defendió a alta intensidad. Desperdició un par de buenas ocasiones, pero fue el agente ofensivo más peligroso del representativo nacional. Cerró un partido destacado anotando el 2-1.

Nicolás Castillo: Descolocado. No se sintió nunca cómodo. Debió bajar varios metros para participar y sufrió los constantes reproches de los volantes por su poca movilidad. No tuvo ocasiones para anotar.

Eduardo Vargas: No se notó su larga ausencia del equipo. Descendió algunos metros de su posición nominal y colaboró en la elaboración. Participó del circuito ofensivo y se asoció bien con Vidal. Su presencia le da otro peso al ataque chileno. Marcó el empate con un buen remate desde la entrada del área.

Pablo Hernández: Ingresó en el complemento para poblar más la zona media. Su presencia liberó a los hombres de ataque y ordenó el medio campo. Sumó.

Gabriel Arias: Sobrio, como suele ser. Intervino un par de veces, aunque sin mayor riesgo. No tuvo más trabajo.

Paulo Díaz: Ingresó para fortalecer la última línea y lo hizo. Entró concentrado y casi no tuvo fallos en un segundo tiempo, eso sí, en el que el rival atacó escasamente.

Erick Pulgar: Buen ingreso del volante. Equilibró la mitad de la cancha. Retrocedió para ayudar a los centrales en la salida y su mayor manejo de la zona le dio más confianza a Vidal y Aránguiz. En la disputa individual con Pavez por un puesto, el del Bologna mostró su bagaje internacional y sacó una evidente ventaja.

Óscar Opazo: Le dio un nuevo aire a la banda derecha cuando ingresó en reemplazo de Isla. Se ratificó como una alternativa más que válida en la banda cuando el equipo pierde fuerza y velocidad en la zona.

Diego Valdés: Ingresó en el último minuto.